Aparte de la provincia mediterránea, el 20% de Santa Fe y el 35% de Buenos Aires superaron los 30 mm. Pero hay un 22% del territorio bonaerense en rojo tras el pulso de calor.
Los fenómenos de “tiempo extremo (severe weather)” volvieron a expresarse a pleno. Pero esta vez a favor de Argentina, porque si bien las lluvias cumplieron con la
distribución que los modelos pronosticaban, no se esperaban montos de ésta magnitud. En el S de Córdoba, SE de Santa Fe, NO de Buenos Aires y NE de La
Pampa hubo registros que superaron o estuvieron muy cerca de los 100 mm, cuando se esperaba menos de 20 mm. Si bien hace una semana Elorriaga decía: “la transición a noviembre muestra condiciones muy parecidas a las que se dieron antes de las importantes lluvias de inicios de setiembre” por lo que podía esperarse alguna sorpresa favorable, lo que sucedió superó por lejos las expectativas. El epicentro de las tormentas estuvo en el sur de Santa Fe con María Teresa registrando 136 mm
entre los días 29/10 al 3/11. Córdoba es la provincia más favorecida por este evento: el 70% de su territorio recibió más de 30 mm, con el sur y centro oeste provincial
superando las marcas de los 45 mm. En Santa Fe fue más acotado, sólo el 20% de la provincia superó los 30 mm.
El dato destacado está en el sur santafesino: el departamento General López, que venía arrastrando una enorme deuda de milímitros, recibió esta vez más de 50
mm. La Pampa tambien recibió importantes registros en el NE con más de 30 mm en el 17% de su área.
“Muy seco” se clasifica al 22% de Buenos Aires Buenos Aires salió favorecido en el NO y muy perjudicado en la franja este y el SO que no recibió lluvias. Por el pulso de calor de la semana pasada esas zonas pasaron a estar en rojo.
Las reservas de agua en suelo (considerando los requerimientos de una pradera) muestran que el peor nivel de clasificación, el de muy seco, alcanza al 22%
del territorio bonaerense. Este escenario se agrava porque no se observa en los modelos lluvias de importancia para la franja este bonaerense en los
próximos 10 días. Esto puedo ser un gran revés para la producción de trigo argentina. Aiello advierte al respecto: “en los últimos siete días las dinámicas regionales funcionaron de manera muy eficiente, compensando
casi totalmente el efecto negativo de los forzantes de escala planetaria. Aun así, debemos recordar que el evento “Niña” está activo y combinando su acción
negativa con el enfriamiento de la costa Atlántica”.
Cambio de escenario y “otra normalidad” en la región núcleo tras las lluvias
“Tras las lluvias de los últimos días aparece otra normalidad”, dicen en Cañada Rosquín. Y lo dicen porque una semana atrás, la categoría de sequía y
escasez de agua se extendía en el 87% de los suelos de la región núcleo. Tras las lluvias, es otro el escenario y deja dos situaciones contrastantes: un 62% (de la región) con reservas de agua de regular a óptimas, y un 38% con reservas escasas. En el sureste cordobés, el noroeste de Buenos Aires y el sur de Santa Fe se concentraron los mayores acumulados. Los máximos se registraron en
Maria Teresa y Rufino con 136 y 120 mm respectivamente. Por otro lado, Baradero recibió solo 6 mm. Estos registros pluviales permitirán culminar las
labores de siembra, frenar el deterioro del llenado de trigo y brinda una cuota de tranquilidad a la campaña gruesa que comienza Resta por sembrarse más de la mitad del parea de soja Esta semana hubo poca actividad de siembra por la
tormenta; el avance es del 45%. “Hay una gran diversificación en fechas de siembra esta campaña”, en coinciden en señalar en la región. En el sur santafecino los
asesores comentan que la ventana de siembra se extenderá hasta el 15 de noviembre. Sin embargo, antes deberán sortear el problema de exceso hídrico en algunos lotes, cómo en San Gregorio donde llovieron de 100 a 130
mm. El noreste bonaerense sigue a la cabeza con el 70% de avance. El Trébol avanzó un 60% en los días previos a la lluvia. En cambio, en Marcos Juárez y en el centro
santafesino comentan que las reservas siguen siendo ajustadas. Sin embargo, los acumulados serían suficientes para culminar con la siembra de soja de
primera y habrá 10 a 15 días a plena actividad de siembra.
El agua parece haber llegado a tiempo para mantener las expectativas trigueras
Las tormentas habrían frenado el efecto negativo de las altas temperaturas de la semana pasada y habrían evitado caídas en el peso de los granos. El 90% de los
lotes de trigo de la región núcleo aún se encuentra en pleno llenado de granos. Pero el rendimiento está prácticamente definido. En Carlos Pellegrini se espera
que madure el grano y estiman 35 qq/ha. En Cañada Rosquín la producción estará un 70% por encima de la del año pasado, con pisos de rinde de 37 qq/ha. En el centro
sur de Santa Fe y en el norte de Buenos Aires las lluvias detuvieron el arrebatamiento del cultivo. En Cañada de Gómez y El Trébol los rinde irán de 32 a 40 qq/ha. En
Bigand se esperan 45 qq/ha. En Colón se mantienen las expectativas de alcanzar 50 qq/ha. Sin embargo, en el sudeste cordobés, como en Marcos Juárez, y en el sur
santafesino, como en Venado Tuerto, el calor acortó el ciclo del cultivo, cortando el llenado de granos. Allí, la cosecha comenzaría en 10 a 15 días.
Fuente: GEA. Guía Estratégica para el Agro. BCR