En el análisis de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina se analiza el efecto del dólar maíz en el mercado interno.
En junio se exportaron 50 mil toneladas peso producto (tn pp) de carne vacuna (-23,5% mensual; -14,9% anual), de las cuales 80% se envió a China. Esto implicó retornar al promedio exportado en dic. ’22-abril ’23. El pico de envíos registrado en mayo, y que se explicó por mayores ventas de cortes de vaca a China, pareciera haber sido extraordinario. En tanto, el valor promedio de las exportaciones se mantuvo estable en 4,2 mil dólares por tn pp (+1,4% mensual; -27,1% anual).
El total exportado fue equivalente a 70,2 mil toneladas res con hueso en el sexto mes del año (tn r/c/h) y el valor promedio se ubicó en 3,0 mil dólares por tn r/c/h. En el caso del volumen, la caída fue de 15,7% anual. En el caso del precio promedio, la baja llegó a 26,3% anual.
En lo que respecta a los ingresos por ventas al exterior de carne vacuna, en junio de 2023 sumaron 214,8 millones de dólares. En relación a mayo fueron 22,4% menores, producto de la baja en los volúmenes exportados. En tanto, la caída de 37,9% respecto a junio del año pasado (-130,8 millones de dólares) se explicó tanto por el menor volumen vendido (-14,9%) como por la significativa baja de precio de la carne en los principales mercados externos (-27,1%).En particular, en el caso de las exportaciones a China, que explicaron 63,1% del valor total facturado en el sexto mes del año, la contracción de precio promedio fue mayor a la del total general (-34,1% anual).
En seis meses se facturaron 1.374,6 millones de dólares, es decir 22,7% menos que en la primera mitad de 2022 (-403,0 millones de dólares), producto de la fuerte contracción que registraron los precios pagados en los principales mercados de exportación (-27,6% anual). Los cortes congelados generaron 71,5% de los ingresos totales, los frescos otro 28,3% y las carnes procesadas el restante 0,2%.
En julio el precio promedio del kilo vivo comercializado en el mercado de Cañuelas registró un salto de 16,8% con relación a junio, con el que más que compensó toda la caída observada entre febrero y junio, y marcó un nuevo máximo nominal. Fueron las categorías vaca y toro las que más traccionaron la suba del último mes. En particular, en el caso de las vacas, el incremento llegó a 32,1% (+40,6% en para las vacas conserva inferior), producto de la retracción del número de cabezas enviadas al mercado. Es importante resaltar que la fuerte sequía hizo que los productores debieran ajustar sus rodeos en la primera parte del año, lo que se tradujo en un salto de la faena de hembras en el segundo trimestre de 2023, proceso que comenzó a moderarse en los últimos dos meses. En tanto, en la comparación interanual el valor de la hacienda continuó subiendo a un ritmo muy inferior al del nivel general de precios (68,3% vs. 113,7%; -21,2% en términos reales), por los mismos factores.
Respecto al mercado interno, el informe elaborado por Miguel Schiaritti, indica que «la decisión del Ministerio de Economía de generar un dólar maíz de $340 pesos, disparó los precios del ganado de consumo liviano en los Mercados con un aumento del 22%. Los precios máximos corrientes pasaron de $550 hasta 670 $ el kilo vivo.Esto representa en la media res – sin gastos ni impuestos un aumento por Kg gancho de $240- que se traducen en un aumento de la carne de entre $450 y $500».
Esta variación de precios no puede ser absorbida por la cadena, (la que desde febrero a la fecha absorbió los aumentos de combustible, salarios, energía, etc.),
El ganado en pie no aumentó en los últimos 6 meses por los efectos de la sequía que obligó a los productores ganaderos a alimentar con cereal al ganado dado que no lo podía mantener en el campo por falta de pasto. El ganado alimentado con cereal llega a los kilogramos de faena en la mitad de tiempo que con una recría a campo. Este hecho provocó una sobreoferta para faena de más del 13%, motivo por el cuál, con los consumidores perdiendo poder adquisitivo de manera cotidiana, no permitía el aumento de la carne en el mostrador.
Esta, que es una medida para intentar disminuir el déficit de reservas en el Banco Central, se convirtió en un castigo para los consumidores de cinco productos básicos de la canasta familiar, es decir carne vacuna, aviar, porcina, leche y huevos.