Este lunes, el mercado permaneció cerrado durante horas por una protesta de vecinos. Esta situación obligó a los camiones a desviarse y desencadenó el pedido de un animal.
Esta situación provocó congestiones, ya que los camiones debieron maniobrar para evitar estos cortes de calles. Uno de los transportistas, con el objetivo de poder ingresar al mercado, decidió desviar.
Según confirmaron fuentes del Mercado de Liniers a este medio, el transportista se quedó sin salida en el barrio lindero y los vecinos exigieron el pago de un “peaje”. El conductor debió entregar un novillo a las personas que rodeaban el camión para poder seguir viaje.
Desde el mercado denunciaron que esto sucede a menudo y que utilizan al establecimiento como medida de protesta. Sin embargo, aseguró que no pueden hacer nada y que son ajenos a esta situación.
