La demora en la siembra norteamericana de maíz y de soja acaparó la atención del mercado en las últimas semanas y fue reflejándose en los precios a medida que la ventana de siembra se iba acortando.
En las próximas semanas, la evolución de ambos cultivos será la que aporte nuevos argumentos alcistas de no cumplirse las expectativas del mercado. El clima parece no acompañar, ya que a las intensas lluvias en las principales zonas productoras se le suman temperaturas por debajo de lo normal que afectan al crecimiento de los cultivos. Por el momento, la producción de maíz de Estados Unidos fue recortada en más de 34 millones de toneladas, mientras que para la soja todavía no hay una nueva estimación oficial.
La situación en el hemisferio norte es la que brinda sustento a los precios de los granos, en mayor o menor medida si el grano analizado es trigo, maíz o soja, y actúan como contrapeso a otras variables bajistas como mayores stocks mundiales, producción en niveles elevados y la gripe porcina en China.
En Brasil y Argentina, las tareas de recolección de la soja 2018/19 han prácticamente finalizado, confirmando los volúmenes de producción estimados en las últimas semanas. En Brasil, de acuerdo con datos de la CONAB, la cosecha alcanzaría las 114,8 millones de toneladas, por debajo de la campaña previa pero el segundo mayor valor de la historia. En Argentina, organismos públicos y privados coinciden en una producción de 56 millones de toneladas, marcando una fuerte recuperación respecto a la campaña anterior de más de 18 millones de toneladas. En conjunto, la oferta de soja del Mercosur de la campaña 2018/19 ascenderá a más de 184 millones de toneladas, un 7% más respecto al ciclo previo. De esta forma, es el segundo mayor valor de la historia por detrás de la campaña 2016/17 donde se cosecharon 185 millones de toneladas. Es importante observar el gran crecimiento de la oleaginosa en Sudamérica, ya que en 20 años la producción se duplicó como consecuencia de una mayor área sembrada y un aumento en la productividad por hectárea.
Las labores de siembra continúan atrasadas en los Estados Unidos, alcanzando una cobertura del 77% sobre el área prevista, 16 puntos porcentuales por debajo del promedio de las últimas cinco campañas. El Departamento de Agricultura de dicho país no modificó la proyección de producción y la mantuvo en 113 millones de toneladas, debido a que mantuvo el área y los rendimientos del reporte de mayo. Aunque para el próximo reporte de julio, seguramente estas variables sufrirán algún recorte impactando en los valores de producción y en la oferta mundial de la oleaginosa. Además, las temperaturas por debajo de lo normal registradas en la segunda semana de junio retrasaron la emergencia y el crecimiento de los cultivos. Mientras que, a igual fecha del año anterior, el porcentaje de la oleaginosa emergida era del 89%, este año alcanza el 55%.
La relación stocks/demanda de soja cayó respecto a la campaña previa, que fue récord, debido a una menor producción, aumento del consumo interno y una recuperación en las exportaciones. Esta relación podría deteriorarse aún más si la producción es recortada. Sin embargo, continúa en niveles elevados, más que cuadruplicando el nivel promedio del decenio 2007/08 – 2017/18.
En Chicago, el mercado climático en el hemisferio norte domina la atención de los operadores. Luego de tres semanas de recortar su posición vendida como consecuencia de la demora en la siembra en Estados Unidos, los fondos especulativos han vuelto a incrementarla. Sin embargo, si los fondos continúan desprendiéndose de sus posiciones cortas, los precios de la soja podrían seguir subiendo en la medida de que el desempeño del cultivo este por debajo de lo esperado por el mercado.
En el mercado local, las compras de la industria y los exportadores alcanzaron las 25,6 millones de toneladas, en línea con el promedio de las últimas cinco campañas. En términos de producción, las mismas representan el 45% de los 56,5 millones de toneladas estimadas por Bolsa de Comercio de Rosario. A la fecha, las compras de los industriales alcanzan los 19,5 millones de toneladas, cerca de 2 millones de toneladas por encima del promedio y uno de los valores más elevados los últimos años. En este contexto, los precios en el mercado local superaron los $ 10.000 por toneladas para luego posicionarse por encima de los $ 9.600 pesos por toneladas. Estos valores se encuentran $ 600 por encima del precio promedio registrado durante los meses previos a la cosecha, lo cual demuestra el impulso del mercado internacional.
En Maíz, los buenos resultados productivos en Brasil y Argentina dan como resultado una oferta récord de 153 millones de toneladas, superando en 2,5 millones de toneladas al récord de la campaña 2016/17. En este sentido, las exportaciones de ambos países del ciclo 2018/19 serían de 34 millones de toneladas, mientras que las de Estados Unidos caerían en 6 millones respecto al ciclo previo.
Fuente: Bolsa de Cereales de Córdoba