En Córdoba, se está desarrollando una Jornada de Actualización Técnica y Comercial organizada por la Cámara de Legumbres de la República Argentina. “Los mercados siguen demandando nuestros productos”, destacó su presidente, Jorge Vidal.
Con la presencia de más de 200 personas, entre productores, ejecutivos y empresarios, se está desarrollando este martes en el hotel Holiday Inn de la ciudad de Córdoba una nueva Jornada de Actualización Técnica y Comercial de Legumbres, organizada por la Cámara de Legumbres de la República Argentina (CLERA).
La apertura del evento fue realizada por el presidente de la entidad, Jorge Vidal; y el ministro de Bioagroindustria de Córdoba, Sergio Busso. También estuvo el titular del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Nicolás Bronzovich.
El discurso de Vidal comenzó haciendo referencia a lo que fue la última cosecha de porotos –la principal legumbre que exporta Argentina–, a la que calificó como “una de las peores de nuestra historia”, debido a una combinación de sequía y heladas que ocurrieron en momentos inadecuados para el cultivo.
La buena noticia, en este contexto, es que las campañas invernales de garbanzo, arvejas y lentejas son “auspiciosas”.
Bajo este panorama productivo, Vidal hizo foco en lo que consideran más importante en el contexto actual: las tareas a realizar un mercado mundial que sigue creciendo y en el que Argentina tiene un rol protagónico.
“El sector necesita de todos para dar un salto cualitativo”, sintetizó Vidal, y mencionó como ejemplo el trabajo conjunto que están realizando junto al INTA, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y el Instituto Nacional de Semillas (INASE), para “encontrar un proceso de mejora genética que nos devuelva a los primeros planos de la comercialización de legumbres en el mundo”.
El titular de CLERA repasó que en arvejas ya hay genética para dar un salto competitivo, pero advirtió que “el gran desafío es la mejora en todas las variedades de porotos” y también apuntar a “un cambio radical en las posibilidades productivas de lentejas”.
Con la mira en China e India
Según Vidal, no hay que perder de vista que “los mercados siguen demandando nuestros productos”, una tendencia que se vio con claridad durante la última SIAL realizada en París.
“Numerosas empresas argentinas de legumbres estuvieron allí y quedó en claro que nuestras posibilidades comerciales están intactas, en la medida en la que proveamos productos con los estándares que supimos sostener en años anteriores”, mencionó Vidal.
Como mercados concretos, el referente de CLERA dijo que están trabajando junto a Senasa y Cancillería para lograr la aprobación de los protocolos sanitarios para poder enviar porotos a China. También para lograr nuevos convenios bilaterales con Emiratos Árabes.
Pero quizás la máxima apuesta es lograr el acceso al mercado de la India, el país con mayor población mundial y también mayor consumidor global de legumbres.
Vidal señaló que a través de la pertenencia en el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) comenzaron a explorar la forma de llegar a ese destino, que en pocos años se convertirá probablemente en el mayor importador de legumbres del Planeta.
“La oportunidad es única, pero debemos prepararnos adecuadamente”, concluyó Vidal.
La mirada oficial
Por su parte, el ministro Busso apuntó su discurso a la marcha de la economía y la política actual, y subrayó al respecto que desde la Provincia mediterránea “nos pusimos a disposición para acompañar el esfuerzo del gobierno nacional de ordenar la macro”, porque “si no generamos una agenda de previsibilidad y modelo económico sustentable en el tiempo, el esfuerzo privado va a ser en vano”.
“Sin un plan estratégico o un modelo de país previsible en el tiempo es mucho más dificultoso; para invertir se necesitan reglas de juego claras”, enfatizó el funcionario, pero agregó que ese camino también necesita de implementar impuestos “racionales”.
“Más allá de quién gobierna, en Argentina hace años que se castiga al que produce e invierte. A las ‘malditas’ retenciones uno ya las naturaliza como algo normal, pero cuando se analiza el esfuerzo que hacen los productores, se da cuenta que es algo anormal. Es solo un capricho de los argentinos, que ha sido una comodidad para todos los gobiernos, porque son muy fáciles de cobrar, y son recursos que se van del interior productivo”, cuestionó Busso.
Por otro lado, habló de la necesidad de incentivar a la producción y a la agroindustria, y anticipó que en Córdoba están trabajando en una ley de incentivos para la radicación de empresas en el norte provincial, que es una región donde ha crecido exponencialmente la producción de specialities en los últimos años, principalmente a través del garbanzo.