Un convenio histórico, con 40 años de trayectoria, se profundiza para impulsar la mejora genética, la innovación y la competitividad de la raza bovina más difundida del país, enfocándose en la eficiencia productiva y la adaptación al cambio climático.
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Asociación Argentina de Angus han consolidado su compromiso con la ganadería argentina al firmar un Convenio Marco de colaboración técnica, científica y académica. Este acuerdo, cuya historia se extiende por cuatro décadas de exitosa complementación entre el ámbito privado y el sector público, tiene como objetivo principal impulsar el mejoramiento genético, la innovación y la competitividad de los criadores de Angus en todo el país.
La firma, que tuvo lugar en el Stand de Angus en la Exposición de Palermo, contó con la presencia de destacadas figuras como el presidente del INTA, Ing. Nicolás Bronzovich, el presidente de la Asociación Argentina de Angus, Ing. Alfonso Bustillo, y el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino.
Según destacaron las autoridades, este acuerdo representa una herramienta fundamental para seguir consolidando la ganadería argentina con base en la mejora genética y la sustentabilidad. La raza Angus es actualmente la más difundida en el país, y tanto el INTA como la Asociación comparten el compromiso de fomentar el desarrollo de tecnologías que fortalezcan la eficiencia productiva y el posicionamiento de la raza en los diferentes sistemas ganaderos.
El convenio contempla acciones clave y ambiciosas para los próximos cinco años, con posibilidad de renovación:
• Continuidad del servicio de evaluación genética del Programa ERA: Este programa, conocido como el Programa de Evaluación de Reproductores Angus (ERA), es el mayor de Latinoamérica y del mundo en genética, según afirmó Alfonso Bustillo.
• Investigaciones orientadas al mejoramiento en caracteres de interés económico.
• Desarrollo de estrategias para mejorar la eficiencia, adaptación y resiliencia de los animales ante el cambio climático.
• Implementación de pruebas para fenotipado de consumo residual.
• En una etapa futura, se prevé la evaluación de emisiones y características de resiliencia y adaptación.
Alfonso Bustillo recordó la extensa trayectoria de esta colaboración, destacándola como una «muestra exitosa de la complementación entre el ámbito privado y el sector público» que ha servido para mejorar la producción ganadera en la Argentina. Este renovado acuerdo, con una vigencia inicial de cinco años, promete seguir sentando las bases para una ganadería argentina más eficiente, sostenible y adaptada a los desafíos futuros.
