Buenos rendimientos en carne, reproducción y mansedumbre son los puntos salientes para la selección.
La raza bovina Limangus se mantiene en pleno crecimiento y para lograr mayor eficiencia en la selección de animales, incorporó nuevas herramientas de evaluación y control. “Cuando las hembras tienen de 15 a 16 meses hacemos un control del peso vivo de los animales, medimos la alzada, hacemos una ecografía para saber el área ojo de bife, la grasa y una evaluación reproductiva de las hembras, para saber cuáles son las más precoces”, describió Sebastián López Valiente, investigador del INTA de la Cuenca del Salado, que en el marco de la Expo Rural 2023 brindó la charla “Qué medimos cuando seleccionamos el Limangus”, convocado por la Asociación de Productores de Limangus (Proliar).
En el caso de los machos este control se realiza a los 18 meses, sólo que el aspecto reproductivo se mide a partir de la circunferencia y volumen escrotal, y tanto en macho como hembras se hace una verificación del temperamento de los animales. “Lo que hacemos es una clasificación entre los animales más mansos. Con estas evaluaciones hacemos un ranking y les decimos a las cabañas cuáles son los animales que se comportan mejor en aptitud carnicera, que tienen buen engrasamiento, que tienen buena capacidad reproductiva y que además son los más mansos”, explicó López Valiente y presentó los datos actualizados anualmente de más de 3100 animales, pertenecientes a 17 establecimientos.
“Esta es una raza que está creciendo mucho, es una de las que más crece en cantidad de cabañas por año. Es una raza muy demandada, que rinde muy bien al gancho, por eso los feedloteros y los que hacen invernada la buscan; y es una raza muy fértil, con lo cual tiene muy buen comportamiento en los rodeos. Si no es la primera, es la segunda raza que más está creciendo en Argentina”, completó el especialista.