De acuerdo a un informe elaborado por Eduardo Sierra, de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el reciente debilitamiento de “El Niño” redujo significativamente los riesgos de inundaciones y anegamientos para el final de la campaña agrícola 2015/2016, mejorando las condiciones para el avance de la cosecha, aunque las pérdidas ya producidas son cuantiosas y no podrán recuperarse.
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Durante la mayor parte del verano, el fenómeno «El Niño» se mantuvo en estado latente, pero hacia el comienzo del otoño, retomó su actividad, en forma intensa y caótica. Una franja de tormentas de extrema intensidad se ubicó sobre el sur de la Pcia de Corrientes y el norte de la Pcia de Entre Ríos, afectando a la cuenca inferior del Paraná, al interior de la Pcia de Corrientes y a la cuenca inferior del Uruguay.
Así fue que gran parte del área agrícola nacional sufrió precipitaciones muy por encima de lo normal, que anegaron grandes superficies de campos bajos, provocando un significativo recorte en la expectativa de producción de la cosecha gruesa. «Afortunadamente, el inicio de las entradas de aire polar observado en los últimos días de Abril puso fin a la intensa racha de tormentas observada durante las semanas precedentes, dando paso a un escenario climático mucho más moderado, aunque no totalmente exento de riesgos», dice el informe.
Ahora, se viene «La Niña»
La mayor parte de los centros de previsión climática coincide en que la campaña 2016/2017 será afectada por un episodio de “La Niña”, que será potenciada por un avance de la corriente marina fría de Malvinas, determinando precipitaciones inferiores a lo normal en todo el centro y el este del área agrícola, mientras que su porción occidental experimentará valores superiores a la media.
No obstante, las amplias reservas de humedad dejadas por “El Niño”, así como su acción residual, a las que se sumará la presencia de un área con aguas calientes en el Atlántico Subtropical, contribuirán a mitigar significativamente los posibles efectos negativos de “La Niña”.
Por lo tanto, se dará una temporada en la que convivirán los rasgos residuales de “El Niño” con los rasgos crecientes de “La Niña”.
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