Lo que hace semanas habían sufrido productores de La Pampa y de la provincia de Buenos Aires, en esta ocasión afectó a ruralistas de la provincia de Córdoba, donde se produjo un nuevo ataque contra silobolsas cargadas de granos.
En un campo de la localidad de Idiazábal, tres bolsas plásticas que contenían 500 toneladas de soja fueron destruidas por personas que aún no han sido identificadas; de esa manera se reforzaron las sospechas de la gente del campo que ve un ataque planificado de sectores afines al gobierno.
La hipótesis se apoya en la sucesión de hechos similares, que se produjeron tras numerosos cruces mediáticos entre dirigentes oficialistas y representantes del agro, y en que los ataques registrados nunca tuvieron fines de robo.
Esta nueva destrucción de silobolsas fue denunciada por el productor Luis Dillon, quien adio a conocer la noticia a través de su cuenta de Twitter, donde dejó en claro su preocupación por el episodio.
«El encargado del campo descubrió el sábado a la mañana que tres silobolsas estaban completamente abiertas, tajeadas en forma perpendicular; como había estado hasta el viernes a última hora, dedujimos que el ataque ocurrió a la madrugada», contó el ruralista al diario La Nación. «Además le hicieron un tajo a otra bolsa que tenía trigo», apuntó.
«Habíamos tenido algún que otro daño menor antes, el campo está cerca del pueblo y a veces entraba algún chico, pero nunca tuvimos una destrucción semejante», aseguró Dillon, quien realizó la denuncia en la comisaría de Idiazábal, una localidad situada en el departamento Unión, que se encuentra ubicada a unos 60 km al suroeste de la ciudad de Bell Ville y a 230 km al sureste de Córdoba capital.
Aunque el ruralista aclaró que no quiere «tener un pensamiento conspirativo», luego de este episodio tiene la sensación de que «puede pasar cualquier cosa con la propiedad privada; cuando el Gobierno nos acusa de especulación está cebando a las fieras».
Para fundamentar su análisis apuntó que «a varios productores vecinos (de la zona de Pehuajó) los visitaron técnicos de la AFIP para controlar sus stocks de granos; para algunas cosas, el Estado está muy presente, pero para otras, como la seguridad, está ausente».