Cualquiera pensaría que retener soja, o algún otro grano, es una forma de administrar futuras ganancias, o de ahorrar.
Si nos detenemos en las estimaciones públicas de la Afip sobre el stock argentino de granos hay más de 13 mil millones de dólares en los campos argentinos. Pero si repasamos los números privados, la proyección sólo alcanza los 10 mil millones de dólares. Entonces, la pregunta es ¿Sirve de algo guardar y vender después?
La especialista en economía de mercados futuros y responsable de la Fundación Matba, Mariana Pellegrini, respondió sencillamente que “uno no se puede dar el lujo de no vender porque sino puede terminar malvendiendo la mercadería”.
Según Pellegrini, la importancia de tomar coberturas en un mercado de futuros, como lo puede ser el MatBA, es que son herramientas que permiten minimizar la incertidumbre y no perder dinero.
Si hablamos de incertidumbre, el contexto político que vive la Argentina parece el propicio para esperar, pero Pellegrini fue más allá: «La baja en los precios es algo de esperar, a veces vienen mejor y a veces no. Pero vender o no vender son cuestiones de expectativas. Algunos esperan una devaluación porque piensan que van a tener un mejor precio, otros no quieren vender porque calculan que el precio va a bajar; pero lo que todos deben saber es que hay que tomar coberturas frente a las posibles pérdidas».