La autorización de incremento se dio en el marco del desabastecimiento que complica la producción y la circulación en todo el país.
En medio de la polémica y los reclamos por el desabastecimiento de gasoil en la mayoría de las provincias argentinas, el Gobierno nacional de Alberto Fernández habilitó a las empresas petroleras a incrementar el precio del combustible diésel un 12% a partir del primer minuto de este viernes. En rigor de verdad, y para enojo de muchos usuarios, la suba comenzó a aplicarse el mismo jueves por la tarde, no bien se había oficializado el incremento, lo que inundó de quejas las redes sociales.
En la Ciudad de Buenos Aires, los precios de YPF son de $114,40 por litro para el gasoil común y de $145 para el premium. Con el aumento, el diésel más barato pasará a $128, mientras que el de mayor grado se venderá a $162,40.
Varios sectores productivos y trasportistas, advirtieron que la suba no hizo más que poner algo de realidad a los abusivos precios que se cobraran por litro de este combustible desde que se planteó la escacez. En su cuenta de twitter, Nicolás Pino, Presidente de la Sociedad Rural Argentina, había advertido que en algunas zonas del país el litro de gasoil se vendía a casi $300 y disparó contra el Gobierno por la suba de precios y la escasez del producto.
Con todo, la suba anunciada por el Gobierno tendrá un fuerte impacto en la inflación del próximo mes, y de costos productivos para el sector agrícola. El Gobierno ya había informado el miércoles la decisión de elevar la proporción obligatoria de biodiesel empleada en la mezcla con combustibles en busca de paliar el desabastecimiento de gasoil, que principalmente afecta al sector agroexportador. Además, un decreto autorizó a todas las empresas proveedoras usar de forma transitoria 5 puntos porcentuales adicionales de biodiésel en la mezcla con diésel, lo que llevaría la proporción total de biodiésel al 12,5%.
Fuente: IProfesional