La noticia positiva: se acortará de 60 a 30 días el pago en la producción de este mes, que se terminará de cobrar en abril. De acuerdo con lo resuelto por su Consejo de Administración, para la producción de marzo habrá pagos el 10, 17 y 24 de abril y un ajuste final el 28 de ese mes. Esto se hará tomando como base de referencia el saldo a pagar de febrero, mediante la entrega de cheques con fecha de pago para esos días mencionados.
Sin embargo, la noticia negativa viene por el lado de la producción de febrero pasado. En este caso, a los tamberos se les terminará de pagar en diez cuotas recién en febrero de 2018. «Reprogramar el pago de la producción del mes febrero de 2017, en diez cuotas mensuales consecutivas, a partir del mes de mayo de 2017. Estos valores serán entregados durante la semana próxima«, se informó.
Productores dejaron trascender su malestar por este pago en cuotas, alertaron por una pérdida financiera y advirtieron que la firma podría perder más leche por la fuga de tamberos que ya habían sufrido la reprogramación de pagos y el rechazo de cheques. SanCor perdió un millón de litros diarios en apenas diez días y hoy ronda un nivel de procesamiento de 1,5 millones de litros, la mitad de hace cuatro meses.
En este contexto, en medio del conflicto está abierto también el frente con los trabajadores. Sucede que el gremio de la industria de trabajadores lácteos (Atilra) dejó trascender que rechazará que haya despidos en la cooperativa.
Según informó ayer el diario Clarín, la empresa presentó al Gobierno un plan de reestructuración que, entre otros puntos, contempla el despido de 1000 empleados. La firma tiene un plantel en torno de 4700 personas.
«La empresa nunca nos planteó algo así (por los 1000 despidos) y sabe que nosotros igual no lo aceptaríamos. Si es que presentó el plan, no cumplió con la promesa de consultarnos. El gremio no acepta que haya despidos y no vamos acompañar si no hay un plan de salida que obviamente conozcamos», contó una fuente de Atilra.
Rechazo gremial
Para el gremio, más que en un ajuste la cooperativa láctea tendría que enfocarse en un plan de fondo para la recuperación de la empresa, que viene de perder $ 2441 millones en su último ejercicio. La firma hoy procesa la mitad de leche que hace cuatro meses.
«No vamos a prestarnos a un ajuste. Vamos acompañar un camino que sepamos, no uno que no conozcamos«, señalaron en el gremio. Y agregaron: «No vemos que se haya convocado a las empresas interesadas (en una compra)».
Además del grupo francés Lactalis, el mayor del mundo, circuló el presunto interés de otras firmas, entre ellas del estadounidense Mead Johnson Nutrition, que tiene una alianza con la cooperativa por las leches maternizadas. Sin embargo, trascendió que en realidad la compañía multinacional no apunta a una adquisición, sino que está interesada en preservar el negocio que tiene en la Argentina.