El resultado final dependerá cada vez más del rinde logrado.
La mayor parte de los presupuestos sojeros 2016/17 se diseñaron con un precio objetivo de 250 a 255 u$s/tonelada y un tipo de cambio de 16,5 $/u$s para mayo próximo en función de las expectativas presentes al momento del inicio de la siembra del principal cultivo argentino (octubre/noviembre del año pasado). Pero, cuando faltan algunas semanas para el inicio de la cosecha de soja de primera, es bastante probable que esos supuestos no lleguen a cumplirse. Hoy miércoles el contrato Soja Mayo 2017 del Matba –que viene registrando bajas sucesivas en las últimos dos semanas– finalizó con un valor de 242,0 u$s/tonelada. Los empresarios agrícolas profesionales que tomaron recaudos podrán zafar de los bajos precios en caso de tener que vender parte de la producción en cosecha: en los últimos seis meses hubo 13, 25 y 64 jornadas en las cuales fue posible tomar coberturas en Soja Mayo 2017 a valores superiores a 270, 265 y 260 u$s/tonelada respectivamente. Pero los que están completamente descubiertos no pueden decir lo mismo. La otra parte de la película es el planchazo del tipo de cambio nominal –que se encuentra estancado hace meses en torno a 15,5 $/u$s– en un marco de inflación progresiva de costos, en el cual, por ejemplo, las tarifas orientativas de fletes acaban de recibir un ajuste anual del 38%. Otro factor que complica a las empresas agrícolas son los retrasos en las devoluciones de los saldos a favor por retenciones y percepciones de IVA, los cuales, en la mayor parte de los casos, registran un atraso de cinco a seis meses (cuando la legislación determina que la devolución del 7% de IVA no debería extenderse más allá de dos meses). En la actual coyuntura el éxito de la campaña sojera, que define el grueso del ingreso de las empresas agrícolas argentinas, dependerá de manera creciente del resultado productivo final (rezando para que no ocurra ningún evento climático extremo que arruine la cosecha a último momento). Otra mala noticia es que, como la inflación minorista no afloja, muchos propietarios de campos –quienes mayoritariamente miden el valor del arrendamiento en función de sus necesidades familiares– están pidiendo (o pedirán) ajustes que aún no es posible saber se podrán afrontar o no. Valor Soja