El control de malezas es uno de los principales problemas que enfrentan los productores. Aplicar la tecnología adecuada afecta de manera directa a la producción final.
El trigo es una de las mayores producciones del campo argentino. Cada año, millones de hectáreas en todo el país albergan la producción de este grano, que es la base de la alimentación del país.
Según el ingeniero agrónomo Martín Schapiro, responsable técnico de ventas de Tecnomyl Argentina para el sudeste y sudoeste de Buenos Aires, para esta campaña se espera un área de siembra similar a la anterior, en la que se sembraron 6,5 millones de hectáreas de este grano. Cabe destacar que en el centro y sur de la provincia de Buenos Aires se encuentra aproximadamente el 30% de la superficie sembrada a nivel nacional, representando el 40% de la producción en toneladas del total país. Aunque el proceso actual está un poco atrasado respecto al año anterior por la falta de humedad en el norte del país y algunos excesos en el centro del área agrícola, el profesional sostiene que el ritmo de siembra en el sur de Buenos Aires es alto debido a las buenas reservas hídricas.
Actuar en el momento indicado
Aplicar las mejores estrategias durante el período de barbechos tiene relación directa con el inicio de una campaña con un lote limpio, lo que se traduciría en una reducción de las posibles complicaciones en el cultivo. Sin embargo, en las etapas siguientes también se vuelve necesaria la activación de productos que contribuyan a controlar la maleza, como la Rye Grass, una de las mayores amenazas para el trigo, en especial en el sur de Buenos Aires.
Tecnomyl Argentina cuenta con variedad de productos que ayudan a controlar las malezas en las distintas etapas del cultivo del trigo, optimizando así los resultados de la producción. Con Controle (Dicamba al 57.8 %), por ejemplo, es posible accionar durante el cultivo. “La ventaja es que proveemos a los distribuidores la paleta completa que atiende específicamente a este grano”, destaca el responsable técnico de ventas de Tecnomyl Argentina para el sudeste y sudoeste de Buenos Aires. La empresa destina, además, importantes recursos a innovar para mejorar las formulaciones de sus procesos productivos en pos de incrementar su eficiencia reduciendo al mismo tiempo su impacto ambiental.
“La propuesta de Tecnomyl es muy completa y siempre apunta a aumentar rindes sin descuidar el cuidado del medioambiente”, explica Schapiro. Es así como la compañía ha desarrollado mejoras que lograron importantes avances en tecnología de varios de sus productos. Como es el caso de Genesis duo (Azoxystrobina 20% + Ciproconazole 8%) banda azul y Atramyl 90 WG (Atrazina 90%), producto banda verde y del cual la empresa es líder en comercialización y la primera empresa de formulación local en ofrecer este producto en forma granulada. De esta forma, los productores cuentan con la posibilidad de acompañar sus cultivos en cada una de las etapas del proceso productivo, con tecnologías cada vez más eficientes y respetuosas del medio ambiente.
Tecnomyl ofrece estas y otras herramientas para la protección de los cultivos, trabajando en conjunto con el productor agropecuario, en la búsqueda permanente de un mejor manejo de los sistemas productivos.
Más información: info@tecnomyl.com.ar, www.tecnomyl.com.ar