Ensayos del GEASO Ganadero en el Sudoeste demuestran que el uso de productos biológicos en semillas de verdeos potencia la biomasa y optimiza la rentabilidad de los sistemas.
Desde el año 2022, el Grupo de Experimentación Agropecuaria del Sudoeste (GEASO), dentro de la red CREA, lleva adelante una serie de ensayos para evaluar el impacto de los tratamientos de semillas en cultivos forrajeros. Esta iniciativa, que ya suma cuatro campañas consecutivas, ha generado información robusta en 14 ambientes distintos, comparando el uso de curasemillas químicos tradicionales con la incorporación gradual de bioestimulantes y productos biológicos,.

Crecimiento individual: el secreto de la biomasa
Uno de los hallazgos más relevantes es que la respuesta productiva no se debe a un mayor logro de plantas, sino a un incremento en el crecimiento individual de cada una. Los tratamientos brindan entre 25 y 30 días de protección inicial contra amenazas como el pulgón verde y la roya, permitiendo que la planta concentre su energía en producir biomasa desde el primer aprovechamiento,,.
Federico Moreyra, coordinador del GEASO Ganadero, destaca una diferencia fundamental entre las tecnologías: mientras que los químicos ofrecen una respuesta inmediata que tiende a diluirse, los productos biológicos poseen una mayor residualidad, acompañando al cultivo durante toda su estación de crecimiento,.

Resultados que superan a la agricultura tradicional
La investigación reveló que los verdeos responden con mucha mayor intensidad a estos estímulos que los cultivos de grano. Mientras que en granos los incrementos suelen rondar entre el 5 y 12%, en forrajeras se han registrado los siguientes saltos productivos:
- Avena: Incrementos de entre el 27% y 40% mediante el uso combinado de hongos (como Trichodermas) y bacterias fijadoras de nitrógeno (Gluconacetobacter),.
- Raigrás: Los tratamientos biológicos lograron aumentos de biomasa de entre el 20% y 25%.
- Vicia: La combinación de inoculante, bioestimulante y Trichodermas potenció el crecimiento en un 34%.

Un negocio de bajo costo y alta rentabilidad
Más allá de los kilos de pasto, el estudio subraya una relación costo-beneficio excepcional. El costo de tratar la semilla oscila entre los 5 y 10 dólares por hectárea, pero la respuesta en producción de forraje puede representar entre 600 y 1.600 kilos adicionales de materia seca.
Al transformar este forraje en carne, la inversión se traduce en una ganancia de hasta 180 dólares por hectárea. «Los tratamientos se pagan solos», afirmó Moreyra, señalando además que al potenciar la producción, el costo de la materia seca se vuelve más económico para el productor.
Esta línea de trabajo es considerada altamente innovadora, ya que genera datos sobre productos que originalmente fueron formulados para la agricultura y de los cuales no existía información previa aplicada específicamente a especies forrajeras.



