La pérdida de entusiasmo de los productores por los magros márgenes del negocio agrícola para la campaña 2015/16 devaluaron los precios de los arrendamientos y cambiaron el esquema de negociación, inclusive los mejores campos del país. Así lo reveló una encuesta de la asociación de productores CREA, que aseguró que los precios de los alquileres de los campos bajaron, en promedio, 12% desde la campaña pasada.
Adicionalmente, según explicó a El Cronista el coordinador de Investigación y Desarrollo de la entidad, Federico Bert, como los alquileres se pactan en kilos de soja por hectárea, por la baja del precio de la oleaginosa los dueños de los campos perdieron, en pesos, el 30% del valor del arrendamiento respecto de la campaña pasada. «Eso, en un contexto en el que los impuestos, que paga el dueño del campo, siguen subiendo», agregó. La situación, inclusive empeora al aplicarle la suba general de los precios del último año, cercana al 25%.