El Laboratorio de Fitopatología de la Universidad Católica de Córdoba brindó un nuevo informe sobre la situación sanitaria de Cultivos estivales en la región Centro Norte de Córdoba. La recorrida a campo pudo determinar una alta presión de roya en maíz y lentitud en otras enfermedades en cultivos por efecto de la sequía. La síntesis del informe es el siguiente:
El contexto ambiental de sequía por el que pasan la mayoría de localidades de la región es preocupante. A pesar de ello los cultivos todavía sobrellevan el estrés, pero necesitan de las precipitaciones con urgencia para recuperar condiciones normales. Febrero se desarrolla con temperaturas en un rango más bajo y con grandes amplitudes térmicas comparadas al histórico para este mes. Al mismo tiempo, no se registran picos de temperatura máximas que magnifiquen el estrés por el que pasan los cultivos. El estado sanitario de los lotes de soja es muy bueno en general, las enfermedades se desarrollan de manera lenta, en cambio en el cultivo de maíz las condiciones ambientales han sido lo suficiente como para generar situaciones preocupantes que detallamos a continuación.
EN SOJA
Bacteriosis: las bajas precipitaciones registradas durante febrero fueron acompañadas de fuertes viento, esto hizo que se registraran gran cantidad de lotes con el síntoma típico de bacteriosis foliares, que aprovecharon estas condiciones para establecerse.
Mildiu : las temperaturas moderadas, la amplitud térmica y la presencia de rocío, fueron conducentes para registrar la presencia de mildiu en varios lotes de la región. Ambas enfermedades no presentan riesgos para el cultivo hasta el momento, pero siempre es recomendable seguirlas de cerca en el monitoreo.
EN MAIZ
Roya común : la presión de esta enfermedad, durante este mes, es una de las más altas registradas en las últimas cinco campañas. Puccinia sorghi necesita de pocas horas de rocío y de amplitud térmica para desarrollarse de manera epidémica, condiciones que se están registrando en toda la región. A diferencia de campañas anteriores los ciclos de roya continuaron activos durante la segunda quincena de diciembre y enero, meses en los que normalmente las condiciones de la región hacían que el patógeno percibiera condiciones desfavorables y produjera sus esporas de resistencia no infectivas (teleutosporas) culminando la epidemia durante la campaña. Severidades altas se registran en muchos materiales. Dependiendo del estado fenológico y el estrés por el que estén pasando, se deberá analizar las posibilidades de intervención para controlarla. Se debe primar el monitoreo y la toma de decisión en los lotes que todavía están en estados fenológicos vegetativos y reproductivos tempranos.
Cercosporiosis : es de destacar la alta presión de esta enfermedad a pesar de las escasas lluvias. Actualmente se registra en el tercio inferior, en algunos casos ya está presente en el tercio medio de las plantas, siendo notable su desarrollado. Esto ratifica la gran importancia de la interacción entre el inóculo existente en la región y la susceptibilidad de la mayoría de los materiales sembrados. Por estos motivos, es de suma importancia registrar los primeros síntomas de esta enfermedad desarrollándose en las hojas . Para ambas enfermedades, se debe tener en cuenta: De realizar una intervención con fungicida, el cultivo no debe estar pasando por situaciones estresantes. Las precipitaciones de bajo mili metraje no ayudan a mejorar sustancialmente el estado del cultivo pero son de importancia para el desarrollo de las enfermedades. Ante condiciones conducentes el crecimiento de roya y cercosporiosis es exponencial, por esto los monitoreos deben ser minuciosos y precisos, cuantificando las intensidades de las mismas, para poder tomar decisiones con el menor error posible. Ante la reversión de la situación estresante, es necesario buen estado sanitario de las plantas para que el recupero y la generación de rendimiento sean lo más rápido y efectivo posible.