En la Primer Jornada de CREAtech y ante más de 3.000 personas, el presidente de la Sociedad Rural de Jesús María compartió una mesa de debate sobre energías renovables. En su participación expuso de qué manera su establecimiento logró generar biogás y fertilizante orgánico a partir de efluentes porcinos.
El presidente de SRJM, Luis Picat, fue invitado a disertar sobre bioenergías en el marco de la Jornada CreaTech realizada en el estadio Orfeo (Córdoba Capital). Frente a más de 3.000 personas, el dirigente compartió su experiencia como empresario agroindustrial y se refirió a una de sus últimas innovaciones: la construcción de un biodigestor para producir fertilizante orgánico y energía limpia (biogás) a partir de residuos porcinos.
En el año 2006, Picat instaló un criadero de cerdos en San José de La Dormida (departamento de Tulumba, norte de Córdoba). A 148 km de Córdoba Capital y 98 km de Jesús María, el establecimiento cuenta con un total de 1.000 madres en la actualidad.
Luego de visitar y estudiar distintas explotaciones porcinas en Australia y Alemania, Picat decidió iniciar la construcción de un biodigestor 100% nacional a modo de canalizar productivamente los desechos de su criadero. “En febrero de este año nos largamos con la construcción del tanque y en agosto ya entró en funcionamiento (…) Logramos una tecnología igual a la de Alemania pero made en Argentina”, aseveró el titular de SRJM.
Más allá de reducir el impacto ambiental, la estabilización de los efluentes porcinos permite la producción de fertilizante líquido por un lado, y la generación de gas metano o biogás, por el otro. “Hoy por hoy, es importantísimo recurrir a tecnologías innovadoras a modo de reciclar y reutilizar los desechos pecuarios. En nuestro caso, hemos conseguido adecuarnos para empezar a producir energía limpia”, relató Picat.
Como emprendedor privado, la intención de Picat es generar bioenergía a partir de residuos pecuarios exclusivamente y no a través de la biomasa. “Más allá de que pueden usarse otros insumos o materias primas como el maíz, nuestra visión como empresa es generar energía limpia a partir de los residuos porque lo vemos más sustentable en el largo plazo”, enfatizó.
En esa línea, el dirigente manifestó que su objetivo es producir 180 kilowatts por hora (su granja de 1.000 madres demanda 140 kw x hora y representa entre un 70 y 80% del consumo propio de energía). “Creemos que el repago de esta inversión no debería superar los 5 años. Es algo muy importante porque se genera un círculo virtuoso que nos permite adquirir energía propia, barata y limpia, además de un fertilizante que es 100% orgánico”.
Según manifestó Picat, su emprendimiento privado tuvo un acompañamiento del Banco Nación y de Agroindustria con una tasa subsidiada a 10 años y al 11% con 3 años de gracia. “Ya no tenemos excusas para no emprender. Es cuestión de ponerse y comenzar a hacer (…) Productores con más de 200 madres ya pueden pensar en construir biodigestores”, expresó.
LA DEMANDA SOCIAL
Más allá de que la generación de bioenergía produce desarrollo de mano de obra especializada, Picat destacó la importancia de agregar valor ambiental. “Hay un nuevo camino que tenemos que iniciar. Las nuevas generaciones, los millennials nos están pidiendo un cambio de mirada y la comunidad en general está buscando productos más amigables con el medio ambiente”, culminó.