Maizar y su reacción ante el cambio de política del Gobierno en biocombustibles

Mediante un comunicado, la Asociación de Maíz y Sorgo celebró que el Gobierno revea su política de biocombustibles y se puso a disposición para incrementar la producción de bioetanol de maíz.

El Gobierno hecho mano a una medida inesperada para resolver el faltante de gasoil que complica la producción y el transporte en todo el país. Finalmente subió el corte de biodiésel, en una reacción que poco tiene que ver con su política anterior sobre la materia. Varios sectores productores de esos biocombustibles y bioetanol habían reclamado sin éxito una mayor participación de esos productos generados a partir del valor agregado, para la mezcla con los de origen fósiles. Tras la decisión de Fernández, Maizar celebró mediante un comunicado, el cambio de óptica y la decisión de ampliar el corte, destacando que el bioetanol está preparado también para tener una mayor participación en la mezcla.

«La crítica escasez de gasoil que está complicando y encareciendo las labores del campo, el transporte de carga y el suministro de alimentos ha puesto sobre el tapete el papel crucial de los biocombustibles, un papel que Maizar viene defendiendo desde su fundación, hace ya casi dos décadas.

La Argentina dejó de ser un productor autosuficiente de combustibles fósiles, y destina miles de millones de dólares, que no le sobran, para importarlos. A la vez, desde que en 2006 se promulgó la Ley de Biocombustibles 26093, la cadena bioagroindustrial que solemos denominar “el campo” puso en marcha grandes inversiones y comenzó a producir biodiésel de soja, que se mezcla con el gasoil, y bioetanol de maíz y de caña de azúcar, que se mezcla con la nafta, para volver más “verdes” ambos combustibles.

Además de la mejora ambiental que implica reducir la extracción y quema de combustibles fósiles, y del valor y empleo que agrega la industrialización de nuestros cultivos, los biocombustibles brindan una mayor independencia geopolítica, un aspecto que queda más en evidencia en las crisis, como la que provocó la invasión rusa a Ucrania. Hoy, más del 75% del maíz argentino se exporta como grano: solo se destinan a bioetanol 1,75 millones de toneladas de granos, mientras que más de 40 millones de toneladas se envían al exterior sin procesar. La ley actual solo habilita que las naftas contengan un 12% de bioetanol, cuando se podría ir progresivamente a un corte de 27%, e incluso a uno de 85% con unos pequeños ajustes en los motores, algo en lo que la provincia de Córdoba está dando el puntapié inicial. Tenemos mucho terreno para crecer con este biocombustible, que además tiene una huella ambiental tan baja que nos lo compra el exigente mercado de la UE.

Desde Maizar celebramos que el Gobierno esté revisando la ley que el año pasado redujo la proporción de biodiésel en el gasoil. Y nos ponemos a disposición para que esa revisión exceda la coyuntura de escasez, y apunte a una perspectiva estructural, que fomente el agregado de valor y el empleo local y se ajuste a los acuerdos internacionales ambientales firmados respecto del cambio climático».