Tanto el gobernador como los representantes de entidades señalaron que una rebaja de las retenciones generaría una reinversión en el sector productivo.
El gobernador Martín Llaryora recibió en su despacho del Centro Cívico a los representantes de la Mesa de Enlace Provincial donde, junto al ministro de Bioagroindustria, Sergio Busso, coincidieron en reclamar al gobierno nacional una baja gradual en las retenciones y una nueva ley de Biocombustibles.
El gobernador y la Mesa de Enlace coincidieron que el proceso de baja de retenciones, permitirá que ese dinero quede en mano de los productores, posibilitando generar más inversiones con la transformación de la materia prima y donde los biocombustibles juegan un papel central para agregar valor a la producción primaria.
“Vean lo que pasa con Uruguay, Paraguay, Brasil y Bolivia. Tiempo atrás estos países estaban muy por debajo de Argentina en materia productiva. ¿Cuál fue el milagro ahí? Ninguno. Fue que la plata quedó en manos de los productores, y como no se vieron afectados por las retenciones, la reinvirtieron”, les trasmitió el gobernador.
Asimismo, Llaryora expuso su posición ante la Mesa de Enlace en materia de Biocombustibles donde reiteró la importancia de que el Congreso apruebe una nueva ley que eleve el corte y permita así incrementar el valor agregado a la producción primaria.
“Hace pocos días estuve en Paraguay, donde el corte ya está en 25% y Brasil lo va a llevar al 32%. Sin dudas, elevar el corte hace que el grano no tenga que salir en camión, y haya empresas que lo haga producir, lo cual genera muchísimos puestos de trabajo”, explicó.
Llaryora recordó que Brasil ya está en el 60% de la industrialización de sus granos y Estados Unidos, el 80%. Argentina está apenas en el 20% y “si logramos que bajen las retenciones, ese dinero quedará en mano de los productores que sin dudas invertirán para generar más valor agregado”.
Desde 2001, años en que fueron creadas “temporariamente” las retenciones agropecuarias, este impuesto significó una verdadera exacción para las provincias productoras. En estos años, desde Córdoba ya se fueron más de 40 mil millones de dólares por este impuesto.
Las retenciones generan fuertes inequidades y transferencias de ingresos entre regiones, dado que el 90% de su recaudación se extrae de cinco provincias (Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, Santiago del Estero y Entre Ríos), cuando se trata de un tributo no coparticipable, de manera que el costo de este tributo para provincias como Córdoba o Santa Fe resulta muy superior al de otras jurisdicciones.
El gobierno de Córdoba y la Mesa de Enlace se comprometen a trabajar juntos para lograr un proyecto de reducción gradual de las retenciones en la medida en que el superávit fiscal se vaya consolidando y se enciendan nuevas fuentes de ingresos de dólares a la argentina provenientes de otros sectores productivos.