El caso del Establecimiento «La Luna» fue presentada en el Congreso Internacional de Maíz 2025 como un ejemplo concreto de cómo la combinación de genética de punta, diagnóstico, tecnología y acompañamiento técnico puede transformar un sistema agrícola.
Lo que hace una década era impensado, hoy es una realidad rentable y replicable en el corazón de la Pampa semiárida. El Establecimiento La Luna, en La Pampa, ha transformado la producción de maíz en una zona históricamente considerada marginal, demostrando cómo la innovación, la tecnología y un manejo integral pueden redefinir el potencial agrícola de Argentina.
Hace apenas doce campañas, sembrar maíz en esta desafiante región a 35 km al Oeste de Guatraché era un desafío inalcanzable. Sin embargo, gracias a la implementación de tecnología de punta, innovación constante y un manejo de precisión, el maíz no solo se ha integrado exitosamente a la rotación de cultivos, sino que ha alcanzado rindes con picos de hasta 8.500 kg/ha.
De Campo Ganadero a Sistema Diversificado y Competitivo
La transformación de La Luna fue un proceso integral, liderado por sus propietarios junto a asesores de la firma Hijas de Juan A. Harriet y un equipo de especialistas de Bayer. El establecimiento pasó de ser un campo ganadero con monocultivo de trigo a un sistema agrícola diversificado y competitivo. El enfoque integral de Bayer partió de la comprensión del potencial y la variabilidad de cada ambiente, para luego seleccionar los híbridos más adaptados y aplicar las mejores prácticas agronómicas específicas.
El manejo incluyó un riguroso control de malezas con herbicidas pre-emergentes, la incorporación estratégica de cultivos de cobertura como la vicia por su aporte de nitrógeno y beneficios en el control de malezas, y el uso de herramientas digitales avanzadas como Experto Bayer y FieldView para un monitoreo preciso y análisis de mapas de rendimiento. Esta estrategia ha permitido sostener la inclusión del maíz en la rotación por más de una década, generando mayor productividad, rentabilidad y sostenibilidad al sistema.
Resultados que Rompen Barreras Históricas
Los resultados son contundentes. Si bien el establecimiento promedia entre 4.400 y 4.500 kg/ha de forma sostenida, incluso en años de estrés hídrico, ha logrado superar los 8.500 kg/ha en campañas favorables. Edgardo Bazterra, Ingeniero Agrónomo y Asesor externo de Hijas de Juan A. Harriet, destacó el apoyo de Bayer: “Nos sorprendió comprobar que los mismos híbridos que funcionan en las mejores zonas también se adaptaban a nuestras condiciones. Con el acompañamiento técnico logramos resolver dudas clave sobre el manejo y comprobar en el campo que era posible alcanzar el potencial del cultivo”.
Más allá de los números, la inclusión del maíz ha permitido:
• Diversificar la rotación de cultivos, rompiendo con el monocultivo de trigo.
• Mejorar la infiltración de agua.
• Aportar carbono al suelo.
• Optimizar el uso de insumos y reducir costos gracias a fuentes naturales de nitrógeno como la vicia.
Paul Ventimiglia, encargado general en La Luna, afirmó: “Los márgenes brutos vienen siendo muy buenos y el maíz nos permitió romper con el monocultivo de trigo. Queremos llegar a una rotación 50% maíz – 50% trigo porque aporta estabilidad, diversidad y futuro”.
Un Modelo Replicable con Visión de Futuro
La experiencia de La Luna fue presentada en el Congreso Internacional de Maíz (CIM) 2025 como un ejemplo concreto de cómo la combinación de genética de punta, diagnóstico, tecnología y acompañamiento técnico puede transformar un sistema agrícola, aportar al desarrollo del campo argentino y generar impacto positivo en la producción nacional.
Federico Granillo Posse, Consultor Técnico Eximia Sur Bayer Crop Science, subrayó la trascendencia del proyecto: “Hace 12 años nos decían que era imposible hacer maíz en esta zona. Hoy no solo lo hacemos, sino que hemos contagiado a otros productores a sumarlo a su rotación. La Luna es un modelo replicable en cualquier región marginal del país”.
Martín Donnelly, Propietario del Establecimiento La Luna, reafirmó este compromiso con una visión clara: “Seguimos apostando por nuestra región y a partir de esta campaña estamos triplicando el área productiva de maíz expandiéndonos aún más hacia el Oeste, reafirmando nuestro compromiso con el cultivo”.
En definitiva, La Luna demuestra que, con la convicción de los productores y un enfoque integral, el maíz no solo es un cultivo rentable, sino una herramienta clave para diversificar, fortalecer la sustentabilidad y potenciar el agro y el país.
