Después de cuatro años de trabajo denodado en ensayos e investigación, el criadero de semillas de maní El Carmen de General Cabrera presentó en sociedad su variedad estrella, la EC98, que combina calidad del grano, elevada relación grano/caja, gran rendimiento y tolerancia a la sequía con la gran necesidad que plantean hoy los campos dedicados a maní que es la posibilidad de ofrecer gran tolerancia a la enfermedad del carbón.
En lo que el ingeniero agrónomo Juan Soave, propietario de El Carmen, definió como la fiesta de la gran familia manicera, y que tuvo la forma de una concurrida jornada a campo, con la presencia de productores de la zona, del resto del país e incluso de otros países como Brasil, Nicaragua y Colombia, se mostró el trabajo que se viene realizando en el criadero y los principales resultados que se están obteniendo tanto gracias a las tradicionales tareas de experimentación mediante cruzamientos, como en cuanto a innovadoras formas de ensayo genético con el importante aporte de los marcadores moleculares.
“Hoy dentro del sector manicero argentino el tema del carbón es una enfermedad emergente que eclosionó en el año 2010, y que nos puso en movimiento a nosotros, para trabajar y buscar resistencia dentro de los materiales, de los maníes que forman parte de nuestra colección”, dijo Soave y agregó: “hoy tenemos algunas poblaciones que ya se están multiplicando y que nos van a dar la posibilidad de tener variedades con gran resistencia dentro de apenas dos años”.
Además y al referirse a la variedad EC 98, el anfitrión especificó “estamos mostrando una población ya bien avanzada que es producto de un cruzamiento realizado en 2005, es decir de 12 años de ensayos e investigación, que sabemos va a tener una demanda muy grande, ya que en esta zona, desde la ruta 8 hacia el norte que es conocida como la vieja ruta del maní, es una zona muy contaminada por carbón”, concluyó Soave.
Finalmente, el ingeniero destacó la importancia del sector manicero en general y el impacto que tiene en el desarrollo de los pueblos que lo integran, al decir: “es un sector casi único que está casi enteramente en la provincia de Córdoba, que se caracteriza por un gran dinamismo y lo que siempre hago notar es que todas las plantas de procesamiento,de las que sale el maní que se exporta están en pueblos pequeños que se han transformado gracias a esta actividad, en nuestros pueblos no hay desocupación, acá realmente el que no trabaja es porque no quiere, y lo bueno es que todo el dinero que ingresa a la Argentina por la exportación del maní en sus diferentes formas es dinero que vuelve a estos pueblos, que no pasa por las grandes ciudades, es dinero que vuelve al interior del interior.”
Especial para MundoAgro de Susana Alvarez
Fotos: Lucas Castro.