Los ataques de insectos a cultivos de soja y maíz están siendo cada vez más fuertes y Sumitomo Chemical introduce al país la molécula Pyridalyl, con un modo de acción no definido, lo que significa que opera de manera distinta a los insecticidas convencionales.
La chicharrita del maíz (Dalbulus maidis) se llevó toda la atención en la última campaña y se constituyó como una muestra del gran peligro que representan las plagas en la actual coyuntura climática en la que se mueve el campo argentino.
En paralelo, año a año aparecen nuevos reportes no solo de insectos nocivos que se expanden o reaparecen en zonas en las que hace mucho tiempo no se veían, sino también que se vuelven tolerantes o resistentes a algunos grupos de insecticidas.
Según Matías Perotti, coordinador regional de mercado para NEA y NOA de Sumitomo Chemical, la situación actual de plagas tiene varios frentes de tormenta.
“En soja se ha observado un incremento en la población de arañuela roja (Tetranychus urticae) y trips, especialmente en áreas afectadas por sequías, ya que estas condiciones favorecen su proliferación. Además, se ha detectado la presencia de orugas defoliadoras como Anticarsia gemmatalis y Rachiplusia nu, que pueden afectar significativamente el rendimiento al consumir el follaje y, en algunos casos, las vainas tiernas”, indicó Perotti.
En tanto, amplió que, en regiones como el NOA, la presencia del picudo negro de la soja (Rhyssomatus subtilis) es preocupante, ya que las larvas se alimentan de los granos en desarrollo, impactando directamente en la producción.
“En cuanto al maíz, se ha reportado un aumento en las poblaciones de la oruga cogollera (Spodoptera frugiperda), especialmente en lotes sembrados tardíamente. Esta plaga puede causar daños severos al alimentarse del cogollo de las plantas jóvenes y, en etapas más avanzadas, al perforar las espigas, facilitando la entrada de patógenos y afectando la calidad del grano”, dijo el representante de la empresa japonesa.
Por este motivo, consideró fundamental que los productores realicen monitoreos constantes para detectar tempranamente estas plagas y aplicar las medidas de control adecuadas.
Una nueva molécula llega al mercado Una de esas medidas de control, lógicamente, es la aplicación de insecticidas, y Perotti señaló que Sumitomo Chemical se prepara para incrementar su paleta con un lanzamiento: Sumipleo ®. Se trata de un producto a través del cual la compañía introducirá al mercado argentino una nueva molécula, denominada Pyridalyl, que entre sus ventajas está clasificada por el Comité de Acción de Resistencia a Insecticidas (IRAC) con un modo de acción no definido, lo que significa que opera de manera distinta a los insecticidas convencionales. De este modo, se disminuye el riesgo de que los insectos logren algún tipo de inmunidad ante las aplicaciones de insecticidas. Perotti detalló que Sumipleo está especialmente formulado para el control de Spodoptera frugiperda en cultivos de maíz, actuando principalmente por ingestión y contacto.“Su acción translaminar y persistencia en el follaje garantizan una protección prolongada, incluso bajo condiciones de lluvia. Además, destaca por su selectividad, preservando la fauna benéfica y contribuyendo al manejo integrado de plagas, retrasando la aparición de resistencias”, describió.Pero vale recordar que la paleta de Sumitomo Chemical ya incluye una amplia gama de soluciones insecticidas para abordar eficazmente las principales plagas que afectan a los cultivos de soja y maíz en Argentina. Entre los productos destacados se encuentran:Synergy®: una combinación de imidacloprid y lambdacialotrina que proporciona un control efectivo tanto de adultos como de ninfas de chinches, así como de larvas de lepidópteros. Su formulación garantiza un rápido efecto de volteo y una persistencia prolongada en el cultivo.Compact®: insecticida regulador de crecimiento (IGR) a base de lufenurón, especialmente efectivo contra lepidópteros en sus primeros estadios larvales. Su aplicación temprana asegura una excelente persistencia y control prolongado.Vesticor®: formulado con clorantraniliprole, pertenece a la familia de las diamidas y es altamente eficaz contra lepidópteros en estadios avanzados. Es recomendado para situaciones de alta infestación en cultivos de soja y maíz.Nutar®: insecticida sistémico a base de tiametoxam, ideal para el control del picudo negro de la soja. Su alta movilidad en la planta y persistencia aseguran una protección duradera contra esta plaga.“Estos productos reflejan el compromiso de Sumitomo Chemical con la innovación y la provisión de soluciones de alta calidad para el sector agrícola argentino”, enfatizó Perotti.El manejo de plagas, más allá de los insecticidasDe todos modos, insistió en que el manejo efectivo de plagas en cultivos agrícolas no solo debe reducirse a la aplicación de insecticidas, sino que requiere de una estrategia integral que combine diversas prácticas.Al respecto, mencionó:Monitoreo constante: es esencial inspeccionar los cultivos al menos una vez por semana, utilizando técnicas de muestreo adecuadas para identificar tempranamente la presencia de plagas.Evaluación contextual: los resultados del monitoreo deben analizarse en conjunto con el estado fenológico del cultivo, las condiciones climáticas actuales y los pronósticos, así como con información proveniente de instituciones públicas y privadas. Toma de decisiones informada: con base en la evaluación, determinar la necesidad de implementar controles químicos u otras medidas, siempre considerando umbrales económicos de daño y promoviendo la sostenibilidad del sistema productivo.“La integración de estas prácticas no solo optimiza el rendimiento y la rentabilidad de los cultivos, sino que también contribuye a la sostenibilidad ambiental y económica del agroecosistema”, cerró Perotti. |