El 28º informe de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis registra una presencia mínima o nula del vector en la gran mayoría de las localidades maiceras del país, incluyendo zonas endémicas.
Según el más reciente informe de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis, la chicharrita del maíz ha perdido protagonismo, registrando una retracción en la mayoría de las áreas productivas, incluso en las regiones endémicas del Noroeste (NOA) y Noreste Argentino (NEA).
En el NOA, el vector estuvo ausente en el 56% de las localidades, lo que representa una mejora significativa comparado con el 31% del relevamiento anterior. El 35% restante registró el nivel mínimo de presencia (1 a 4 adultos por trampa cromática), ofreciendo un escenario primaveral promisorio para una zona caracterizada por el maíz tardío.
La situación en el NEA es aún más auspiciosa. En esta región, que a pesar de ser endémica está experimentando siembras tempranas poco habituales, el 78% de las localidades no detectó el vector, mejorando el 70% registrado en el relevamiento previo. Con un 15% de localidades con capturas mínimas, el panorama se presenta favorable en el 93% de la región.
Situación estable en el resto del país
Las cifras de retracción se mantuvieron altas y estables en el resto de las regiones maiceras del país, a pesar de que el cultivo ya está avanzando.
• Litoral: El 88% de las localidades no presentó detecciones de Dalbulus maidis. El 12% restante se mantuvo en la categoría más baja. Estos datos se dieron incluso cuando ya existen cultivos de maíz en casi el 90% de los sitios relevados en esta región.
• Centro-Norte: El 80% de las localidades permaneció sin detecciones de la plaga, y el 17% presentó la categoría más baja. La mitad de las localidades relevadas en esta zona ya tienen maíz sembrado.
• Centro-Sur: La dinámica poblacional se mantuvo notablemente estable, con un 98% de localidades sin detección de Dalbulus maidis, y el resto en la categoría inferior. Aproximadamente el 40% de las localidades en el Centro-Sur ya cuenta con maíces sembrados.
Alerta por la infectividad: El peligro invernal
Si bien la presencia del vector ha disminuido notablemente en primavera, los expertos recalcan la necesidad de mantener la cautela. El informe actual también incluyó los resultados de los estudios de infectividad de Dalbulus maidis al CSS (Corn Stunt Spiroplasma).
Una «foto invernal» obtenida con ejemplares recolectados en el NOA y NEA durante julio y agosto reveló valores elevados de infectividad. Aunque en muchas de esas localidades el vector está actualmente ausente, la Red está analizando muestras recolectadas en octubre en las zonas donde la presencia de la plaga se mantuvo alta, posicionándolas como áreas neurálgicas. El objetivo es comprender con mayor precisión la dinámica de infectividad durante la primavera.
El llamado a la acción: Monitoreo intensificado
Ante el avance del ciclo del cultivo, los expertos de la Red Nacional de Monitoreo insisten en que es crucial intensificar las tareas de monitoreo. Esto debe aplicarse tanto a las trampas como a los cultivos.
La vigilancia es vital tanto en las zonas con maíces tempranos, que ya superaron las etapas fenológicas iniciales, como en las áreas de siembras tardías. Los expertos advierten que los maíces guachos pueden favorecer la supervivencia y multiplicación de la plaga y de sus patógenos, un factor de riesgo que debe ser controlado.
(El informe completo de la Red, junto con el detalle por regiones, está disponible en el sitio oficial [https://www.maizar.org.ar/vertext.php?id=965])