Con el propósito de estirar el estado de gracia de los primeros días de la gestión, y generar confianza antes de anunciar las medidas económicas más duras, Mauricio Macri cumplirá hoy con una de sus principales promesas de campaña: anunciará la eliminación inmediata de todas las retenciones agropecuarias, a excepción de las de la soja y sus derivados, que bajarán cinco puntos porcentuales. Lo hará bien temprano por la mañana en Pergamino, ante un nutrido grupo de productores agropecuarios y en compañía de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y algunos de sus ministros, como el titular de Interior, Rogelio Frigerio; el de Agroindustria, Ricardo Buryaile, y el presidente de la Cámara de diputados, Emilio Monzó. No será todo. El presidente también planea dar otro golpe de efecto por la tarde al hablar en la conferencia organizada por la Unión Industrial Argentina (UIA) ante un auditorio de unos 1.500 empresarios, a quienes les pedirá colaboración para su gestión.
Macri planea lanzar en los primeros días una catarata de medidas destinadas a neutralizar así los efectos indeseados del cambio de modelo, ante el desbarajuste financiero realizado por el kirchnerismo. Además, de los gestos políticos que buscan diferenciar su gestión de la de su antecesora Cristina Kirchner, los primeros anuncios corresponden a medidas inmediatas y positivas, que pueden ser tomadas por decreto de necesidad y urgencia. Es el caso de la eliminación de las retenciones, que generó un conflicto feroz entre el kirchnerismo y el campo.
Tal como sostuvo en su campaña, el flamante mandatario terminará con los derechos de exportación que se le cobra al maíz, al trigo, al girasol y a la carne. En el caso de la soja, la alícuota tendrá una quita de 5 puntos porcentuales del 35% actual, con los que las ventas al exterior de granos de soja pasarían a tributar un 30% y las de aceites y harina, el 27%. El ministro de Agroindustria explicó la semana pasada que más allá de que le encantaría sacar las retenciones de manera total a la soja, hacerlo sería una irresponsabilidad. «Hoy hay un sistema tributario basado en las retenciones y eliminarlas significará un esfuerzo fiscal enorme. Por eso debe realizarse un trabajo en conjunto con otros ministerios», afirmó.
También desaparecerán los Registros de Operaciones de Exportación (ROE), que generan trabas para los exportadores de carne bovina, lácteos y granos.
Con las nuevas medidas, el Gobierno busca devolverle la competitividad a la actividad y espera que los agroexportadores liquiden al menos unos 6.000 millones de dólares para reforzar las reservas del Banco Central.
Será también una señal para los 1500 industriales que asistirán a la 21 Conferencia Industrial Argentina organizada por UIA, bajo el lema La Argentina productiva para la próxima década, y que se desarrollará en Parque Norte. A cuatro días de haber asumido como Presidente, Macri disertará a las 19 ante los industriales argentinos, a quienes pedirá colaboración para su gobierno. Aunque no trascendió el contenido del discurso, fuentes de su entorno deslizaron que el mandatario podría convocar a un pacto social para, entre otras cosas, acordar precios y salarios y consensuar criterios sobre el valor del tipo de cambio que pretende unificar.
En el medio de la jornada, Macri tomará juramento al designado titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Alberto Abad, quien ya había conducido la entidad entre 2002 y 2008 y reemplazará en el cargo a Ricardo Echegaray. También jurará Roberto Moro como presidente de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar). Actualmente se desempeña como subsecretario de Salud Mental y Abordaje de las Adicciones en el gobierno de la provincia de La Pampa.
Macri planea lanzar en los primeros días una catarata de medidas destinadas a neutralizar así los efectos indeseados del cambio de modelo, ante el desbarajuste financiero realizado por el kirchnerismo. Además, de los gestos políticos que buscan diferenciar su gestión de la de su antecesora Cristina Kirchner, los primeros anuncios corresponden a medidas inmediatas y positivas, que pueden ser tomadas por decreto de necesidad y urgencia. Es el caso de la eliminación de las retenciones, que generó un conflicto feroz entre el kirchnerismo y el campo.
Tal como sostuvo en su campaña, el flamante mandatario terminará con los derechos de exportación que se le cobra al maíz, al trigo, al girasol y a la carne. En el caso de la soja, la alícuota tendrá una quita de 5 puntos porcentuales del 35% actual, con los que las ventas al exterior de granos de soja pasarían a tributar un 30% y las de aceites y harina, el 27%. El ministro de Agroindustria explicó la semana pasada que más allá de que le encantaría sacar las retenciones de manera total a la soja, hacerlo sería una irresponsabilidad. «Hoy hay un sistema tributario basado en las retenciones y eliminarlas significará un esfuerzo fiscal enorme. Por eso debe realizarse un trabajo en conjunto con otros ministerios», afirmó.
También desaparecerán los Registros de Operaciones de Exportación (ROE), que generan trabas para los exportadores de carne bovina, lácteos y granos.
Con las nuevas medidas, el Gobierno busca devolverle la competitividad a la actividad y espera que los agroexportadores liquiden al menos unos 6.000 millones de dólares para reforzar las reservas del Banco Central.
Será también una señal para los 1500 industriales que asistirán a la 21 Conferencia Industrial Argentina organizada por UIA, bajo el lema La Argentina productiva para la próxima década, y que se desarrollará en Parque Norte. A cuatro días de haber asumido como Presidente, Macri disertará a las 19 ante los industriales argentinos, a quienes pedirá colaboración para su gobierno. Aunque no trascendió el contenido del discurso, fuentes de su entorno deslizaron que el mandatario podría convocar a un pacto social para, entre otras cosas, acordar precios y salarios y consensuar criterios sobre el valor del tipo de cambio que pretende unificar.
En el medio de la jornada, Macri tomará juramento al designado titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Alberto Abad, quien ya había conducido la entidad entre 2002 y 2008 y reemplazará en el cargo a Ricardo Echegaray. También jurará Roberto Moro como presidente de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar). Actualmente se desempeña como subsecretario de Salud Mental y Abordaje de las Adicciones en el gobierno de la provincia de La Pampa.