BCCBA: Análisis de la industria del etanol en base a maíz

La producción de etanol en base a maíz incrementó a un ritmo anual promedio de 28% desde el 2013 para alcanzar las 438 mil toneladas producidas en 2019.

La producción de maíz a nivel nacional observó una expansión importante en los últimos años, experimentando un crecimiento de 77% en las últimas 7 campañas. Este incremento se debe, entre otras causas, a la eliminación de los derechos de exportación sobre el cereal a partir de 2016, que volverían a escena en 2018 con una menor alícuota que el impuesto a la soja. Otro factor importante es el fortalecimiento del precio del cereal frente a la oleaginosa que se generó en las últimas campañas.

Las economías generalmente buscan agregar valor. Algunos países con industrias desarrolladas y pocos recursos naturales, como Japón, importan productos, les agregan valor y los exportan. Otras economías con una mayor dotación de recursos naturales, como Estados Unidos, agregan valor a la materia prima y la exportan. Esta tendencia a nivel mundial de agregar valor es un motor de crecimiento de las naciones.

Argentina cuenta con un elevado nivel de industrialización respecto a la soja, pero en lo que al maíz respecta, la industrialización alcanza en promedio un 30% de la producción. Dentro de los principales países productores del cereal, Estados Unidos industrializa el 86% de lo cosechado y Brasil el 70%.

La industria etanolera se alza como una de las posibles ramas para agregar valor al cereal que se expandió en las últimas campañas.
En 2013 la producción de etanol alcanzó las 133mil toneladas, y en los años posteriores se observó un crecimiento anual promedio del 28%, llegando a una producción de 438 mil toneladas en 2019. La suma del etanol producido en todo este período equivaldría a transformar y agregar valor a 8 millones de toneladas de maíz, del cual un promedio del 72% provendría de Córdoba.
Para el año en curso, la producción de etanol se vio resentida tras el golpe del COVID-19. En primer lugar, el brusco descenso en el precio del petróleo abarató el combustible fósil, principal competidor a las energías alternativas como lo es el etanol. Por otro lado, el precio del etanol fue congelado en diciembre de 2019, mientras los costos de la industria incrementaban.

El precio del etanol en base a maíz ha demostrado una caída continuada desde inicios de 2017, cuando se ubicaba en promedio a USD 0,85 el
litro, hasta llegar a USD 0,42 el litro en la primera mitad del mes de octubre de 2020. La velocidad de incremento de los precios en pesos fue inferior al incremento en el valor del dólar en los últimos años, generando una merma de valor. Sin embargo, el precio del etanol se fijó en $ 29,8 el litro en diciembre de 2019 y fue incrementado un 10% a mitad de octubre del año corriente, alcanzando los $ 32,8 el litro.

El valor del etanol, junto al precio del maíz, se encuentran directamente relacionados al valor agregado que se puede generar en la industria.
Aun así, el mercado de etanol no se encuentra regido por la oferta y demanda, sino que su precio es regulado por fórmulas de actualización y mediante decretos. Así, en 2013 se agregaba un promedio de USD 235 de valor a cada tonelada de maíz que se transformaba en etanol, mientras que en lo que va de 2020 este guarismo decayó a un promedio de USD 50 por tonelada.

Como se mencionó anteriormente, el precio del etanol se fijó en $ 29,8 el litro, y su precio incrementó a $ 32,8 en octubre de 2020, es decir, aumentó un 10% en diez meses. Por otro lado, el precio de sus principales insumos no fueron fijados y continuaron incrementando. El maíz, que representa un 50% de los costos productivos, incrementó un 61%, pasando de $8.352 la tonelada en diciembre de 2019 a $13.481/tn en octubre. Otros insumos de la industria, como el gas licuado del petróleo, los elementos de fermentación y el mantenimiento de planta, entre otros, se encuentran sujetos al dólar, que pasó de $ 59,9 en diciembre de 2019 a un valor de $ 77 en octubre, es decir, un incremento del 29%.