La Bolsa de Cereales de Córdoba realizó el tercer almuerzo de vinculación con periodistas para dar a conocer nuevos Informes Especiales, en este caso, vinculados a la cantidad de hectáreas agrícolas afectadas por inundaciones y los efectos devenidos del paso de las aguas, como es la salinización de esos suelos.Según el estudio, realizado a partir de imágenes satelitales, Córdoba tiene 59.200 hectáreas agrícolas de la provincia bajo el agua, de acuerdo con el relevamiento que realizó la Bolsa de Cereales de Córdoba, a partir del cual estima la entidad que las pérdidas por la menor superficie implantada de 60 millones de dólares. Ese cálculo surge de una siembra estipulada en 80% soja y 20% de maíz que no se podrá realizar en esos campos.
“Si bien esa superficie representa menos de uno por ciento del total del área agrícola con la que cuenta Córdoba y que está calculada en ocho millones de hectáreas, la producción que no se pudo o se podrá hacer está valuada en 60 millones de dólares”, dijo ayer César Alonso.
De acuerdo con el relevamiento, hay departamentos mucho más afectados que otros. Es el caso de Unión, en el que -hasta septiembre- 2,6% del total de su superficie agrícola estaba anegada. Ese porcentaje representa un incremento de 450% respecto de la cantidad de hectáreas inutilizadas debido al exceso hídrico que se registraban en agosto de 2014.
“Suman entre 16 mil y 18 mil las hectáreas agrícolas anegadas en este departamento”, señaló Alonso.
LAS CONSECUENCIAS DEL AGUA
Uno de los principales inconvenientes que plantean las inundaciones de campos a partir de las precipitaciones en exceso es la salinidad. “La salinización también puede generar pérdidas no sólo de superficies sino de calidad de la cosecha”, explicó Silvina Fiant, responsable del Departamento de Información Agroeconómica de la Bolsa de Cereales de Córdoba.
A partir de las fotos satelitales se desprende que 0,31% de la superficie agrícola del departamento Roque Sáenz Peña está afectada por la salinidad. En Juárez Celman llega a 0,21% de la superficie agrícola y, en General San Martín, San Justo y Río Cuarto, a 0,13% del área para cada departamento.
“En septiembre de 2016, 8.400 hectáreas de las ocho millones de hectáreas agrícolas de la provincia estaban afectadas por la presencia de sales en la superficie”, agregó Fiant.
Todo esto va sumando pérdidas al cálculo inicial realizado por el Departamento de Información Agroeconómica.
Eduardo Martellotto, director Regional del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Córdoba -presente en el evento- evaluó: “Hay que ser conscientes de que son más las ventajas que las afectaciones las que presenta esta campaña en Córdoba, de la mano del clima y los perfiles hídricos. Las condiciones son muy buenas. Si no hubiera habido problemas para levantar las cosechas de maíz y maní, si los caminos no se hubieran anegado por las lluvias, en vez de haberse sembrado 1,2 millones de hectáreas de trigo se habrían sembrado 1,8 millón y habría sido récord”.
En ese sentido, destacó la necesidad de que se piensen y apliquen políticas agropecuarias que tengan que ver con un desarrollo de largo plazo.
