El ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile, junto con el presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Amadeo Nicora, celebró hoy un notable avance para el desarrollo científico nacional al inaugurar la renovación de las instalaciones del nuevo Centro de Reproducción y Biotecnología Animal en Castelar.
Al respecto el titular de la cartera explicó: «para nosotros esta inversión es profundizar la investigación en biotecnología y genética, es avanzar en la prevención de enfermedades para que los animales puedan nacer inmunes, y por lo tanto no sean transmisores de patologías a los seres humanos» y agregó, «esto es central para el desarrollo tecnológico y a la vez potencia al sector alimentario».
Por su parte, Nicora expresó, «nos estamos planteando un sueño para que el INTA Castelar se transforme en un Polo de Innovación Agroindustrial. Todos estos hitos posicionan a la ciencia argentina, por eso hoy es un día muy especial para el INTA Castelar, en particular, y para todo el INTA, en general».Esta iniciativa, comenzó como el desafío de dos grupos de reconocidos científicos pertenecientes al INTA y a la Universidad Maimónides quienes desarrollarán investigaciones para generar Organismos Animales Genéticamente Modificados (OAGM). Se realizó a través de un convenio firmado en 2016 con el objetivo de sumar la experiencia público y privada permitiéndole al país abrir un espectro mayor de intervención en Salud y Producción Animal. Además, se generarán nuevos conocimientos en tecnologías recombinantes para obtener animales con capacidades diferenciadas y genéticamente modificados, ya sea por transgénesis o edición génica.
De esta forma, la Universidad Maimónides realizó una inversión de 6,5 millones de dólares para renovar los boxes de alojamiento de animales y corrales; acondicionar un nuevo quirófano y salas de transferencia embrionaria, un mini tambo y espacio para acopio de material, una sala de necropsia con un horno pirolítico, un laboratorio de Fisiología Animal y oficinas para los investigadores, que funcionará en el campo experimental del Instituto de Patobiología del INTAGracias a ello, las áreas pudieron adaptarse a las más exigentes medidas de bioseguridad de la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA), como también contar con la autorización de la Dirección de Biotecnología de Ministerio de Agroindustria para funcionar en la obtención de ejemplares por técnicas clonación y transgénesis.Además, se presentó el nuevo edificio para el Centro de Investigación de Agroindustria (CIA) y se firmó el acta de inicio de obra para la construcción del edifico INCUINTA, que demandará una inversión de $75 millones. Contará con dos líneas de producción: para organismos eucariotas y procariotas, que podrán ser utilizadas simultáneamente. Un sistema de agua purificada calidad farmacéutica y un sistema de acondicionamiento de aire limpio en los sectores productivos.Durante la inauguración también estuvieron presentes, Marcelo Bosch, vicepresidente del INTA; Héctor Espina, director Nacional del INTA; Elisa Carrillo, coordinadora del Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias (CNIA); Jorge Carrillo, Centro de Investigación de Agroindustria -CIA- (edificio inaugurado); Andrés Wigdorovitz, coordinador de INCUINTA (firma acta inicio obra); Ariel Pereda, director del Instituto de Patobiología del INTA (inauguración del Centro de Reproducción y Biotecnología Animal); y Sergio Ferraris, director del Centro de Investigación y Desarrollo de Modelos Integrales (CIDME) de la Universidad Maimónides (inauguración del Reproducción y Biotecnología Animal.