¿La Niña podría atenuarse? Perspectivas de lluvias de marzo a agosto

Un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires da cuenta que las lluvias podrían ser inferiores a la media.

Desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires señalan que de febrero a marzo se espera que la etapa crítica de La Niña tenga un grado de atenuación. “Se dará paso a un escenario menos perturbado, pero no totalmente exento de riesgos”, destacó el informe.

Además, agregaron que, en el centro del Brasil, Bolivia, el extremo oeste del Paraguay, el oeste del NOA, la mayor parte de Cuyo, y el oeste de la Región Pampeana, continuarán observando precipitaciones superiores a lo normal, acompañadas por tormentas severas, con vientos, granizo y aguaceros torrenciales, mientras el régimen térmico alternará fuertes calores, en los lapsos secos, con marcados descensos térmicos.

En el caso del área afectada por la sequía, el pronóstico estacional señaló que parte del Paraguay, el este del NOA, la mayor parte de la Región de Chaco, gran parte del centro y el este la Región Pampeana, incluyendo la Zona Núcleo, gran parte de la Mesopotamia, el sur del Brasil y el Uruguay, observará un retorno parcial de las precipitaciones, por lo que persistirán amplios bolsones de déficit.

En perspectiva de los cultivos, el informe señaló que estos tendrán que atravesar el período seco que usualmente se produce durante enero con reservas hídricas escasas, por lo que sus resultados productivos dependerán en gran medida de un oportuno retorno de las lluvias en febrero. “Las lluvias continuarán siendo algo inferiores a lo normal en las altas cuencas del Paraguay y el Paraná, retardando la recuperación del calado de la Hidrovía y los puertos fluviales”, manifestaron.

“La llegada del otoño 2022 marcará la etapa final del año climático 2021/2022 y el comienzo de la transición hacia el año climático 2022/2023, cuyo signo en lo que hace al fenómeno de “El Niño/Neutral/La Niña” se definirá hacia el comienzo del invierno de 2022”, destacó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Además, aclararon que el sistema climático continuará observando una gradual normalización de sus rasgos, pero conservando riesgos significativos, dado que, hacia el inicio de la estación, es muy probable que los vientos polares retornen con fuerza, reduciendo la entrada de humedad y enfriando el Atlántico.

En relación a la bajante del río Paraná, el informe detalló: “Las lluvias en las altas cuencas del Paraguay y el Paraná se reducirán drásticamente, dando lugar una marcada bajante del calado de la Hidrovía y los puertos fluviales”.

En tanto, el invierno plantea dudas. “Dado que el signo del fenómeno de “El Niño/Neutral/La Niña”, de cada campaña agrícola, suele definirse hacia el comienzo del invierno, por el momento no es posible saber cuál será el de la temporada 2022/2023, cuyos primeros signos de cambio empezarán a observarse en abril de 2022”, comentó la BCBA. Además, estimaron que puede preverse como muy probable que los vientos polares asuman una intensidad superior a la media, reduciendo la entrada de humedad hacia el interior del Cono Sur y enfriando el Atlántico.

El informe destacó que el centro del Brasil, Bolivia, el extremo oeste del Paraguay, el oeste del NOA, la mayor parte de Cuyo, y el oeste de la Región Pampeana, observarán una estación seca algo más seca que lo normal, con escasas lluvias y frecuentes entradas de aire polar, con riesgo de heladas. “El área afectada por sequía, abarcando la mayor parte del Paraguay, el este del NOA, la mayor parte de la Región del Chaco, gran parte del centro y el este la Región Pampeana, incluyendo la Zona Núcleo, gran parte de la Mesopotamia, el sur del Brasil y el Uruguay, continuará registrando un retorno parcial de las precipitaciones, por lo que persistirán amplios bolsones de déficit, al mismo tiempo que el régimen térmico observará una elevada frecuencia e intensidad de los descensos térmicos”, señalaron.

Fuente: Agrofy News.