La mayoría de las veces, en aplicaciones de fitosanitarios se agregan los famosos coadyuvantes, productos que intuimos para que sirven, pero muchas veces no lo tenemos totalmente claro.
En aplicaciones de fitosanitarios, hay que tener claro que el efecto del producto sobre el cultivo depende de tres puntos fundamentales: calidad del fitosanitario en sí mismo, tecnología de la aplicación y condiciones ambientales en la que se realiza. Las tres deben estar en perfecta armonía y funcionamiento de forma tal de lograr la máxima eficiencia de control, minimizando los efectos al medio ambiente. El primer punto es fácil de entender. Un producto que asegure una correcta formulación, sin presencia de contaminantes, es fundamental para lograr el efecto deseado. El segundo de los puntos también es de sencilla comprensión y refiere principalmente a la regulación de la maquina pulverizadora, de forma tal de lograr el correcto número de impactos en el blanco objetivo. El tercero de los puntos es el que condiciona a los dos primeros ya que cambios en la humedad relativa, temperatura y vientos alteran completamente la calidad de la aplicación, inclusive dentro del mismo día y es acá donde empiezan a jugar el partido los coadyuvantes, esos productos de nombres raros. Break-Thru® MSO MAX, de TROPFEN es un ejemplo de esto. Veamos una breve descripción de como trabaja.
Es normal que una aplicación comience a realizarse por la mañana, con buenas condiciones de temperatura y humedad ambiente y que, en el lapso de pocos minutos, las mismas cambien, con temperaturas que aumentan rápidamente y eventualmente algún chaparrón que termine lavando el trabajo realizado. Y este es el partido donde juegan nombres como Aceite Metilado de Soja, Trisiloxanos, y demás nombres raros. Pero para entender que función cumplen debemos conocer algunos puntos previos. Una gota generada con un pulverizador tiene que llegar a la superficie de la hoja, vencer la pilosidad de la misma, la capa cerosa que la protege, la pared celular y ahí introducirse en la solución celular para cumplir su función. Mientras se dan estos procesos, se debe proteger de la acción del sol, del viento y de la lluvia. Encima de todo, un producto fitosanitario que normalmente es hidrosoluble tiene que atravesar una sustancia liposoluble (la capa cerosa de la hoja) y llegar a destino. Es acá donde el Aceite Metilado de Soja cumple principal función, haciendo que los componentes químicos de la gota pasen todas esas barreras y cumplan su función, sin perder eficiencia debido a las condiciones ambientales. Pero ¿pueden estos componentes de un coadyuvante cumplir en solitario tal cantidad de funciones? La respuesta es no y para potenciar su acción existen otros componentes de nombres raros como los Trisiloxanos, que son organosiliconas que ayudan a la gota a bajar la tensión superficial, aumentando el contacto entre esta y la hoja y propiciando una vía de absorción adicional como es la estomática.
Viendo todo lo que tiene que suceder entre que la gota sale del pico pulverizador, llega a la superficie de la hoja y penetra en la misma para cumplir su acción herbicida, fungicida o lo que fuera, vemos la gran importancia que tiene elegir el coadyuvante correcto, tanto para logar la acción del producto propiamente dicho como para también evitar la generación de resistencias, tanto de malezas, hongos o insectos. Break-Thru® MSO Max de TROPFEN es la combinación de Aceite Metilado de soja y Trisiloxanos que asegura que esa gota y todas sus características químicas cumplan eficazmente su función, ahorrando recursos económicos, minimizando la acción de estos en el medio ambiente y favoreciendo las Buenas Prácticas Agrícolas.