Las lluvias reactivaron los cultivos de Soja de primera, recuperando lotes regulares

Especialistas no descartan nuevos episodios de sequía en la campaña.

¿ Dejamos atrás la sequía?

Desde el punto de vista climático la respuesta es clara: sí, la situación se resolvió con el cambio atmosférico de la segunda
quincena de enero. Pero desde el punto de vista de los cultivos no, ya que el 50% de la región núcleo sigue con reservas
escasas y sequía teniendo en cuenta la demanda de una pradera permanente. Pero la demanda de la soja de primera es mucho más importante: está en estado reproductivo, de hecho el 42% ya se encuentra en plena fructificación que es cuando
empieza el período crítico y la mayor demanda hídrica. Los acumulados de enero muestran que todas las zonas que
recibieron menos de 100 mm tienen problemas para afrontar lo que sigue si las próximas dos semanas de febrero no
compensan la faltante de milímetros. Hay que tener en cuenta que la media de enero es de 120 mm y muchos suelos terminaron la primera quincena con los suelos vacíos, lo que sumado a los valores extremos de temperaturas produjo un deterioro en soja y maíz que muchos agrónomos califican como inédito. En esta semana también hay excesos sobre el noroeste de Buenos Aires, que recibió lluvias excepcionales de casi 300 mm. Sin embargo, en General Pinto explican que a pesar de haber recibido 250 mm en tan pocos días, la falta de agua era el agua era tan
importante en los perfiles de los suelos que los excesos de agua se fueron muy rápido y no hubo pérdidas por
anegamientos en los lotes. La cantidad de milímetros que falta en el área del centro y norte de GEA, zona que sigue arrastrando los efectos de la sequía, van de 100 a 140.

Clima: ¿qué se espera para el comienzo de Febrero?

Está volviendo a suceder algo que pasaba en el comienzo de enero: lluvias que estaban siendo previstas en los modelos
para el próximo lunes o martes (3 y 4 de febrero) para Santa Fe y Córdoba volvieron a desaparecer de las posibilidades.
Por lo pronto, no se prevén lluvias en la próxima semana por el ingreso de una masa de aire frío y seco que proporcionará
condiciones de estabilidad. Recién el próximo miércoles podría observarse un aumento de la nubosidad y la aparición de
condiciones de tiempo inestable. ¿Se puede descartar una quincena seca como la sufrió la región pampeana en enero?
Al respecto, Aiello dice que “no es posible afirmar que no volveremos a tener otro pulso seco”. Aiello, agrega: tampoco
es posible asegurar que en el corto plazo tendremos lluvias similares a las de los últimos quince días. Y mucho menos que
la de la primera quincena haya sido la última ola de calor del verano. Por el momento, hay un excelente funcionamiento
de los mecanismos de escala regional que está contrarrestando de manera muy eficiente el efecto adverso de los forzantes de
escala planetaria. Nos encaminamos a una neutralidad del Pacifico Ecuatorial Central, pero todavía es prematuro asegurar
que “La Niña” ya no condiciona el régimen de lluvias en Argentina.

Soja de primera: tras las lluvias bajaron los cuadros regulares un 10% y los muy buenos pasaron a un 45%

La llegada de las lluvias reactivó el crecimiento en buena parte del área sembrada con soja de la región y la condición muy
buena pasó de un 20 a un 45%. Los buenos son ahora un 35% y los cuadros regulares bajaron de un 25% a un 15% en esta
semana. “El cultivo está produciendo nuevas camadas de flores. Si el clima de febrero no es tan agresivo, van a llegar
a formar las chauchas y mejorar la producción”, dicen en Carlos Pellegrini. Pero los cuadros malos siguen igual que 7
días atrás y representan un 5% del área. En muchas zonas cómo en Bigand o El Trébol explican que hay cuadros con
graves dificultades y no están mostrando reacción en cuanto a crecimiento. “En suelos complejos sigue muy grave, en lotes con fase erosionada mejoraron, pero no cierran los entresurcos. Solo en lotes con mejores manejos lograron
cerrarlo”. Los técnicos indican que se necesitan al menos 70 mm para mantener el rinde que se espera hasta el momento,
que ya presenta mermas. «El cultivo no logrará llegar a su máximo potencial en lotes de buena condición, estimamos
30 a 35 qq/ha con valores de 25 qq/ha a 40 qq/ha», señalan.
En Colón estiman daños en el potencial de rinde que arrancan en el 10 a 20%.

Soja de segunda: se reactivaron, pero falta más agua


Las lluvias no han podido revertir el 30% de los cuadros que están en estado regular a malo en la región. “No sabemos en
cuanto se afectó el rinde potencial, tenemos que evaluar el número de nudos y cómo evolucionan ya que no llovió
demasiado y ahora comienzan a demandar más agua”, comentan desde Corral de Bustos, una de las áreas más
favorecidas de la región. Desde Colón advierten: ”hay lotes que perdieron muchas plantas”. Si bien el 65 % de la soja de
segunda de la región está en estados vegetativos avanzados, hay un 35% que comenzó a transitar los estados reproductivos.
Desde Bigand advierten que “debe llover bien, para afrontar el periodo crítico con mejores condiciones, ya que las reservas
siguen siendo escasas”. Desde Carlos Pellegrini comentan que la soja de segunda fue la más favorecida con las precipitaciones.
Han retomado su desarrollo y están comenzando a florecer. “El 80% de los lotes se los considera en muy buenas condiciones”.

¿Cómo está el maíz en las distintas zonas?


El sureste cordobés sigue mostrando un extra a favor en sus lotes maiceros, como en Corral de Bustos, que estiman rindes
normales, no como en el resto de la región. Allí estiman en el 70% de los cuadros, los muy buenos, que el rinde esperado
rondaría los 110 a 130 qq/ha. En el 30% restante, la condición es buena, y esperan de 80 a 100 qq/ha. En Carlos Pellegrini los
lotes en general están bien, con las espigas completas y expectativas de 100 qq/ha. Pero muy cerca, en El Trébol, las
expectativas caen a los 70 y 80 qq/ha. En Bigand, el panorama es muy complicado: el 70% de los cuadros está regular a malo.
El promedio rondaría 75 qq/ha, con pisos de 40 qq/ha y techos de solo 80 a 85 qq/ha. Situación similar a la de Bombal: calculan rindes de 80 a 85 qq/ha para los sembrados en septiembre. Los de mediados de octubre, «las últimas lluvias ayudarán a terminar las espigas que son de un tamaño inferior. Pueden llegar a alcanzar 60 a 65 qq/ha», dicen. En el noreste de Buenos Aires, epicentro de excelentes rindes maicero y de influencia de napas, como en Colón, este el maíz temprano es el cultivo más afectado del área por la sequía: esperan daños en el rinde del 40 al 50 %.

Maíces tardíos: “todo dependerá de las lluvias de los próximos 30 días”


Los maíces tardíos y de segunda reaccionaron con las precipitaciones, sin embargo, los técnicos advierten que todo
dependerá de cuánta agua deje febrero. «Si (las lluvias) acompañan, vamos a logar un rinde promedio superior al de
maíz de primera», indican desde Cañada Rosquín. Si bien todavía les falta algún tiempo para la floración, se
vislumbra un mejor comportamiento que los de primera. En Bigand confirman, “si no llueve abundantemente, no se
sostendrán los potenciales de producción”.

Fuente: GEA: Guía Estratégica para el Agro. BCR