Tras 90 días, volvieron las lluvias por regiones en Córdoba, generando alivio en el Trigo

Hubo sorpresivos acumulados que hasta triplicaron las medias mensuales de agosto. En el centro de Santa Fe
también llovió. Pero no en el resto de región núcleo: ya hay importantes descuentos del rinde potencial.

Lluvias: tan oportunas como inesperadas sobre Córdoba

La prolongada ausencia de precipitaciones que venía sufriendo el centro de la región pampeana —en especial Córdoba—
se vio interrumpida por un sistema frontal frío que provocó lluvias y tormentas de variada intensidad. Luego de 90
días de ausencia de tormentas, el territorio cordobés recibió entre el martes 8 y miércoles 9 de agosto acumulados que duplicaron y en algunos casos incluso triplicaron los valores medios históricos de todo el mes de agosto. Los milimetrajes oscilaron entre
los 10 y los 30 milimetros. En el centro de Santa Fe se destacó Carlos Pellegrini con 32 milimetros. Sin embargo
el resto de la región no recibió precipitaciones.

Estas lluvias llegan en un momento clave para el trigo:
el cultivo empieza a requerir más agua. Pero, por otro lado, aún son insuficientes para recuperar el nivel de
reservas del agua del suelo adecuado. Córdoba necesita entre 80 a 100 mm para lograr condiciones óptimas de
reservas y en el resto de la región núcleo se mantienen como las últimas semanas, entre los 60 a 80 mm.
Tras las lluvias, ¿sigue el patrón seco?
En el corto plazo, la respuesta es sí, y en el largo plazo, lamentablemente, cada vez es más latente la amenaza
de más “Niña”. “Los pronósticos de corto plazo indican condiciones de tiempo totalmente estables para todo
el país por la influencia de un importante centro de alta presión que mantendrá la ausencia de precipitaciones
y un ambiente un poco más cálido durante el fin de semana”, explica el consultor Elorriaga. Y para el verano el
Dr. Aiello advierte: “según el último informe de la NOAA, el forzante Niña sigue activo. Hubo una variación
positiva en la anomalía de la temperatura superficial (índice ONI) a comienzos de agosto: pasó de –1 (en julio)
a –0,9. Si bien se espera que el enfriamiento del Pacífico Ecuatorial Central disminuya levemente durante el
trimestre julio / septiembre, se consolida con una probabilidad de entre el 62 y el 66% de que la
intensidad del efecto Niña vuelva a aumentar nuevamente en el inicio del verano de 2022.
¿Qué pasa con el trigo dónde llovió?
“Los trigos están macollando y a punto de comenzar a aumentar sus requerimientos, por lo que el agua llego
en el momento justo. Estos milímetros son fundamentales para reactivar el crecimiento y deberán
acompañarse con nuevas lluvias durante septiembre para alcanzar los rindes potenciales”, dicen desde Carlos
Pellegrini donde recibieron 32 mm. Allí, se renuevan las esperanzas de superar los rendimientos del año pasado
(40 qq/ha vs. 30 qq/ha). En El Trébol, Cañada Rosquín y María Susana los acumulados estuvieron entre los 30 y los
40 milímetros: “esperamos que los trigos que estaban buenos pasen a muy buenos con esta lluvia”. En Corral
de Bustos recibieron entre 5 a 15 mm, sin embargo, con la foto de hoy los técnicos proyectan 10 qq/ha menos
de rinde potencial que la campaña pasada (45 qq/ha vs. 55 qq/ha).

¿Y dónde las lluvias no llegaron?
“El panorama está muy complicado para el trigo y por el momento imposible arrancar la siembra de maíz”,
dicen desde Bigand. Las lluvias pasaron de largo y el 65% del trigo está en condición regular. “Deberían llover 30
mm antes de fin de agosto para esperar rindes de 25 a 30 qq/ha. Pero de continuar la sequía la caída en el
rendimiento podría ser desastrosa”. En Pergamino y Colon tampoco llovió y ya están descontando
quintales: “por el momento esperamos entre 5 y 10 qq/ha menos respecto a los 55 qq/ha del año pasado”. En
esta zona hay un 30% de los trigos regulares, 50% buenos y 20% muy buenos.
Trigo 22/23: fertilizaciones nitrogenadas “a medias”. “Estamos ante una caída interanual promedio del 10%
al 20% en la dosificación”, advierten los técnicos de Pergamino. “En el 50% de los cuadros falta completar la
dosis con el 20 al 40% del nitrógeno prescripto. Pero hay un 10% de los lotes donde no se ha fertilizado nada”.

En Bigand se habla de hasta un 50% de reducción de dosis respecto al ciclo anterior: “en la zona no se puede
fertilizar por la falta de lluvias”. En Cañada Rosquín llovió, pero dicen que no van a refertilizar: “respecto al año
pasado bajamos un 40 % la dosis de fertilizantes nitrogenados”. En cambio, en Carlos Pellegrini van a
completar las dosis llegando al mismo nivel de la campaña pasada o a lo sumo podría bajar en un 5%.

Fuente: GEA. Guía Estratégica para el Agro. BCR